Bajo la intensa lluvia, el receptor de Cardenales Larry Fitzgerald no consigue quedarse con un pase elevado de Carson Palmer durante la derrota 26-23 el domingo ante Dolphins.

MIAMI GARDENS, Florida – Así que aquí fue donde la temporada vino a sucumbir.

En la intensa lluvia al sur de Florida, acompañada de una gran cantidad de volteretas, los problemas de equipos especiales que han caracterizado esta temporada aunque también una impresionante remontada para empatar el juego, Cardenales tuvieron lo que esencialmente fue su último suspiro de aire de postemporada.

Dolphins patearon un gol de campo en la jugada final del encuentro para vencer a Cardenales 26-23, en el casi constante aguacero en el estadio Hard Rock y Cardenales – seleccionados por muchos para jugar en el Súper Bowl esta temporada – saben que es imposible convertir su marca de 5-7-1 en una de postemporada.

Ahora, Cardenales quieren estar seguros de no ignora los últimos tres juegos de la temporada – la primera vez bajo el mando de Bruce Arians que están en esta situación.

"El entrenador nos dijo, probablemente estamos eliminados de la postemporada, y muchos compañeros empezaran a hacer planes para la temporada baja," dijo el esquinero Patrick Peterson. "Sin embargo, tenemos un gran núcleo de jugadores. La temporada aún no ha terminado. Todavía tenemos mucho futbol por jugar y aún queremos registrar cosas importantes en las video-grabaciones."

Por un momento – cuando el receptor J.J. Nelson entró en la zona de anotación atrapando un pase de ocho yardas con tres minutos por jugarse y el corredor David Johnson atrapó el pase de la conversión de dos puntos para empatar el partido – parecía que Cardenales lograrían esa victoria que buscaban.

Cardenales no jugaron bien. Tuvieron cuatro volteretas en la primera mitad (Dolphins sumaron tres en todo el partido, y casi cometían una cuarta en los momentos finales del encuentro.) el juego de patadas fue un desastre. Chandler Catanzaro falló un gol de campo de 41 yardas. Las entregas de balón elevadas en los intentos de punto adicional también causaron problemas, con Catanzaro fallando una de forma horrible y otra que fue bloqueada y regresada para conceder dos puntos importantísimos.

Catanzaro respondió a la mayoría de las preguntas de los reporteros con el argumento de cómo dejó abajo al equipo y "lo siento," y ciertamente jugó en una temporada en la que equipos especiales laceraron a Cardenales con demasiada frecuencia.

Las lesiones también mermaron las aspiraciones. No solo el tackle izquierdo titular D.J. Humphries abandonó el partido por conmoción en la primera mitad, sin que la defensiva también sufrió la baja de Tyvon Branch con una lesión en la ingle y la defensiva secundaria – con Tyrann Mathieu y Tharold Simon fuera – se quedó tan corta en algún punto, que el receptor Brittan Golden tuvo que jugar como profundo.

Las lesiones fueron devastadoras, Arians comentó que el coordinador defensivo James Bettcher se vio obligado a declinar en su mayoría el uso de las embestidas debido a que Cardenales no contaba con los hombres adecuados para llevarlas a cabo.

La lluvia fue brutal, el entrenador Bruce Arians y los jugadores notaron que parecía llover más fuerte cuando Cardenales tenían el balón.

"La lluvia es una cosa," dijo Arians. "Dejar caer balones empapados es otra."

El mariscal de campo Carson Palmer batalló, no logró superar la marca de 100 yardas hasta cuando faltaban casi 8 minutos por jugarse del encuentro. Aunque consiguió conectarse con Golden para el primer touchdown de Golden en la NFL y después logró encontrar a Nelson.

Palmer finalizó con 18 de 33 para 145 yardas, y dos intercepciones. No obstante fue una jugada pérdida, cuando Cardenales tenían el balón y el partido estaba empatado con menos de dos minutos por jugarse la que le dio la vuelta al partido. Palmer recibió el saque de balón en formación escopeta pero el balón se le resbaló de las manos bajo una lluvia torrencial.

Perdió seis yardas y frenó la trayectoria. Dolphins (8-5) recibieron el balón de regreso en una patada de despeje y fueron capaces de maquinar un avance hasta colocarse en campo corto y en rango de gol de campo. La gran jugada fue del mariscal de campo suplente – quien entró después que Ryan Tannehill sufriera una lesión en la rodilla –  quien encontró a Kenny Stills para un pase de 29 yardas colocando el balón en la yarda 1 de Arizona, venciendo a la embestida de Arizona y Stills venciendo la cobertura del esquinero Justin Bethel.

"Jugamos un impresionante último periodo hasta cuando restaban los 3 últimos minutos," dijo Arians.

Andre Franks consiguió un gol de campo corto, y Cardenales se quedaron preguntándose lo que pudieron haber hecho.

"Perder con un segundo en el reloj es quizá la peor forma en la que puedas perder, la más dolorosa forma en la que puedas perder," expresó Palmer de forma seria.

La atmosfera en los vestidores era como si se tratara de una derrota de postemporada, y no es de sorprenderse ya que Cardenales sabían que estaban en partidos de postemporada debido a su lugar en la tabla de posiciones.

"¿Qué dices?" comentó el tackle defensivo Frostee Rucker. "Con todos los elementos y la adversidad durante el partido, luchas contra todo eso, y en su mayor parte lo hicimos.

"Lo enfrentamos todo. Lo que sucede es que no siempre saldrás con la victoria al final del día."

En lo que se refiere a otros temas, Arians sigue comprometido con su equipo como entrenador en jefe y con todo y todo Santos estarán de visita en el Estadio University of Phoenix en una semana.

"Regresamos a trabajar el miércoles," dijo Arians.

"Sin importar si estamos dentro o fuera de la postemporada, eso a mí me vale… (explícito)."