El mariscal de campo Carson Palmer habla con el receptor abierto Larry Fitzgerald acerca de una jugada en un entrenamiento reciente.
El intercambio no se habĂa llevado a cabo todavĂa, pero Carson Palmer ya se encontraba en Arizona ya habĂa cenado con sus potenciales jefes Steve Keim y Bruce Arians la noche anterior.
A la mañana siguiente, con el reloj cerca de las 6 a.m., Keim â gerente general de los Cardenales â recibiĂł una llamada del hombre que pronto se convertirĂa en su mariscal de campo. Palmer ya no querĂa estar en el hotel. QuerĂa llegar a las instalaciones del equipo y empezar a analizar las grabaciones en video.
El entusiasmo convenciĂł a Keim y a Arians, quien estaba prĂłximo a ser entrenador de Palmer, Â que habĂan elegido a la persona correcta para instalarlo detrĂĄs del centro. Palmer sĂłlo querĂa abordar el asunto del futbol.
"No recuerdo la llamada telefónica con exactitud," dijo Palmer. "No puedo recordar (los detalles) con precisión, de por qué no se me permitió entrar a las juntas o no estar en las instalaciones, pero yo estaba tratando de averiguar cómo poder entrar y enrolarme."
Los tres principales involucrados venĂan de una perspectiva diferente. Palmer, con su tiempo obviamente finalizando en Oakland mientras los Raiders se comprometĂan a purgar sus problemas con el tope salarial, necesitaba un nuevo lugar para jugar. Arians, con su primer trabajo como entrenador en jefe, necesitaba un mariscal de campo titular. Y Keim, despuĂ©s de haber visto el caos de los Cardenales con los mariscales de campo desde que Kurt Warner se retirĂł, querĂa re-establecer la posiciĂłn en su primer año al frente del equipo.
"Este fue el lugar que mĂĄs llamĂł mi atenciĂłn," dijo Palmer, señalando que se anticipĂł en el tiempo viendo video grabaciones tanto de las ofensivas de Arians como de la ofensiva de los Cardenales, asĂ como tambiĂ©n llamando a compañeros jugadores alrededor de la liga para obtener mĂĄs detalles. "TenĂa la esperanza de que esto sucederĂa. Era el lugar para mĂ, por diversas razones."
Los Cardenales tambiĂ©n esperan que Ă©l sea la mejor opciĂłn para el equipo. Las estadĂsticas de Palmer fueron sĂłlidas la temporada pasada, pero su carrera ha estado llena de baches durante algunos años, incluido un "retiro" en Cincinnati de cara a la temporada 2011 cuando quiso salir de BengalĂs y luego el año pasado batallando para poder ganar con una desordenada organizaciĂłn en Oakland.
Palmer cumple 34 años en Diciembre y se ha forjado una muy buena carrera en la NFL despuĂ©s que los BengalĂs lo seleccionaron en el primer lugar general en el draft del 2004. ReestructurĂł su contrato despuĂ©s de que los Cardenales lo intercambiaron en Abril, lo que podrĂa mantenerlo aquĂ hasta el 2014.
No habla sobre su retiro, en cambio da la impresiĂłn de que le gustarĂa que los Cardenales sean su exitoso destino final. Arians pinta el mismo cuadro.
"Le dije, 'Esta es una pelĂcula de vaqueros, dos hombres viejos,' dijo Arians  " 'Este es nuestro Ășltimo rodeo en el desierto. Vamos a hacer que sea uno muy bueno."
UNA PERSPECTIVA TRANQUILA
La mayor parte del tiempo temprano en la mañana los Cardenales consideran su hogar el hotel de Glendale durante el campamento de entrenamiento, Palmer pasa un tiempo en la cafeterĂa del lobby, y luce como cualquier hombre de negocios viajero que intenta iniciar de buena manera su dĂa.
Su iPad estĂĄ presente, lo que le permite ver grabaciones en video o el libro de jugadas. Se ve muy dedicado, alejado del "ruido" que tanto genera Arians cuando las cosas no se dan en el campo de futbol.
Es a propósito, en verdad. Palmer parece nunca levantar la voz mientras presenta un argumento, ya sea en una conferencia de prensa o en el campo. Su enfoque es claro y ponerse nervioso no parece que tenga mucho sentido para él.
"Suena muy calmado, pero tiene un tono realmente serio en la reuniĂłn previa a la jugada," dijo el centro Lyle Sendlein. "Se puede decir que realmente estĂĄ interesado. No es que los mariscales de campo en el pasado no lo estuvieran, pero con Carson se puede sentir durante la reuniĂłn donde se acuerda la siguiente jugada.
"En cada jugada hay puntos de los que se habló o puntos de los entrenamientos, y nos fijamos en él, y se puede ver lo serio que es."
Palmer ha mencionado varias veces que no deseaba ir a un equipo que no fuera a competir. Al integrarse a una organizaciĂłn que fue reorganizada y que juega contra potencias como los 49's y los Halcones Marinos esta temporada no iba a hacer de eso algo muy fĂĄcil.
Hay una parte de bombĂ©ale-a-los-frenos en la personalidad de Palmer. No es que crea que los Cardenales â especialmente su ofensiva â no puedan tener Ă©xito. Pero en la temporada baja, cada vez que se le preguntĂł sobre el progreso que Ă©l y su equipo estaban consiguiendo, se aseguraba de no hacer suntuosas declaraciones.
"SĂłlo soy realista," dijo Palmer. "Todo el mundo piensa a estas alturas que la harĂĄ en grande. No todo el mundo la harĂĄ en grande.
"Es fåcil llegar al campamento y solo pasar a través de él. Voy a hacer todo lo que pueda, para evitar que hagamos eso. No vamos a darnos palmadas en la espalda o comenzar a chocar nuestros pechos por lo bien que podemos estar hasta que lo comprobemos."
No obstante, hay indicios de expectativas. Mientras que Palmer no lo comenta, la mayorĂa piensa que Larry Fitzgerald es el mejor receptor que ha tenido, a pesar de que Palmer le lanzĂł a Chad Johnson en su mejor Ă©poca. Ha sido un largo recorrido desde sus Ășltimos dĂas en Cincinnati, cuando el propietario de los BengalĂs, Mike Brown, dijo durante un buen tiempo que no intercambiarĂa a Palmer y Palmer estaba listo para sentarse en la banca por tiempo indefinido.
En aquel entonces, "no sabĂa dĂłnde estarĂa jugando (pero) solo esperaba estar jugando (en el 2013)," dijo Palmer.
Enfrentando su cuarto esquema ofensivo en cuatro temporadas, Palmer decidiĂł ver eso como un beneficio que le ha permitido aprender mucho. A pesar de cierta impresiĂłn de que una lesiĂłn en su codo durante el 2008 le robĂł parte de su fuerza en el brazo, Keim dijo que no ve ningĂșn problema con los lanzamientos de Palmer y Palmer insiste en que estĂĄ bien fĂsicamente.
"No soy tan rĂĄpido como cuando tenĂa 21 años, pero mi brazo estĂĄ tan fuerte y acondicionado como nunca antes," dijo Palmer. "Estoy muy feliz donde estoy."
INEVITABLES COMPARACIONES
Hubo una etapa exitosa que llegĂł a su fin con su equipo original y una temporada decepcionante con su segundo equipo antes de llegar a los Cardenales para la recta final de su carrera.
La historia incluye a un par de mariscales de campo que llegaron a Arizona, por lo que de cierta manera, es lĂłgico que la gente haga comparaciones con la llegada de Palmer y Kurt Warner. Incluso Warner lo hace.
"Hay una gran cantidad de similitudes," dijo Warner durante una visita al campamento de los Cardenales como parte de su trabajo con NFL Network. "Llegas a tu tercera organizaciĂłn mientras la gente tiene preguntas al respecto, ÂżLo mejor de Ă©l quedĂł atrĂĄs? ÂżNo deberĂa retirarse y seguir adelante, o ir en una direcciĂłn diferente?" Parece ser que hay muchas comparaciones muy precisas en eso.
"El beneficio propio, es que escribĂ el Ășltimo capĂtulo y se fue muy bueno para mĂ. Al final del dĂa, eso es lo que se va a comprar. Nadie va a recordar cĂłmo llegamos aquĂ. RecordarĂĄn la manera como nos fuimos de aquĂ."
Palmer es efusivo en sus elogios a Warner â "Kurt Warner no recibe el crĂ©dito que merece" â pero es contundente cuando realiza la comparaciĂłn Warner/Palmer: "No es justa."
"Dos estilos completamente diferentes, dos mariscales de campo que surgieron de manera diferente en sus carreras," dijo Palmer. "Solo por el hecho de que en sus 30's ambos mariscales llegaron a la misma organización ... e incluso es una organización diferente también. Hay algunas similitudes, algunos paralelos, pero no es justo comparar a dos mariscales de campo completamente diferentes y dos equipos completamente diferentes."
Palmer dejĂł en claro que es su propio camino el que estĂĄ labrando. No deseaba venir a Arizona solo porque la organizaciĂłn tenĂa la reputaciĂłn de haber revivido a un mariscal de campo, sino porque Arians tiene una historia de trabajar bien con la posiciĂłn.
El año pasado, Palmer lanzĂł para mĂĄs de 4,000 yardas, 22 touchdowns y sĂłlo 14 intercepciones, estadĂsticas que son bastante decentes para un jugador que estaba constantemente lanzando cuesta arriba (73 de los pases de Palmer se dieron con los Raiders en desventaja.)
Arians sonrĂe sobre las posibilidades con Palmer y tiene un elevado concepto de Palmer como lĂder. Palmer habla de su "muy buen acople" con la ofensiva de Arians â antes de hacer otra precavida pausa.
"No he estado con una ofensiva como esta y hasta ahora me encanta," dijo Palmer. "Espero poder decir eso en la Semana 8, 9, 10 ya que la temporada esté en marcha."
Hay otras comparaciones a nivel mariscal de campo que se inclinan a favor de Palmer tambiĂ©n â como los aficionados lo hicieron con los mariscales de campo que batallaron en los Ășltimos dos años. Nadie en este caso discute que, dondequiera que se encuentre Palmer en su carrera, llega como una actualizaciĂłn para los Cardenales. En cuanto a la charla de Warner, "como jugador, a uno le gustan esas responsabilidades," dijo Warner. "Uno desea ser ese individuo que entra y, en cierta medida, consigue que se olviden de la persona que estuvo antes que tĂș."
AdemĂĄs, si esos dĂas del tempranero cafĂ© estudiando el libro de jugadas en su iPad â o esa primera llamada telefĂłnica para Keim, muestran cierta impaciencia â son un indicativo, Palmer se ha puesto a trabajar para crear su propio espacio en las pĂĄginas de la historia de los Cardenales.
"Es el tipo de persona," dijo Arians, "que uno quiere que sea su mariscal de campo."












