Suele suceder que la unidad mĂĄs difĂcil de evaluar en el aspecto tĂ©cnico durante los trabajos de temporada baja es la lĂnea ofensiva. Y esto se debe en gran medida a que los linieros ofensivos empiezan realmente a emplear su tĂ©cnica hasta que llega el momento de los entrenamientos que incluyen contacto y equipo protector y esto sucede hasta que se inicia el campamento de entrenamiento.
Y aĂșn durante esta parte del proceso existen limitaciones, de tal manera que podrĂamos decir que para la lĂnea ofensiva el empleo real de la tĂ©cnica llega junto con el inicio de las hostilidades en menor grado durante la pretemporada (especialmente para los titulares) y finalmente a toda marcha a partir de la Semana 1 de la temporada regular.
Para la lĂnea ofensiva de Cardenales esta temporada baja representa la oportunidad de un borrĂłn y cuenta nueva. Hay cuatro elementos titulares que regresan de lesiones que pusieron fin a su temporada 2018, incluyendo al tackle izquierdo D.J. Humphries, el guardia Justin Pugh, el tackle Marcus Gilbert que jugĂł para Steelers el año pasado y el centro A.Q. Shipley quien pasĂł a la reserva de lesionados desde los inicios del campamento de entrenamiento 2018.
Arizona agregĂł ademĂĄs al guardia J.R. Sweezy a travĂ©s de la agencia libre. Se espera que Sweezy compita a un alto nivel por un puesto titular, lo mismo que Mason Cole selecciĂłn de tercera ronda en el draft del año pasado y quien terminĂł como centro titular como suplente de Shipley. Cole incluso podrĂa terminar jugando la posiciĂłn de guardia dependiendo de cĂłmo se den las cosas con el regreso de Shipley.
Son en total 18 linieros ofensivos los que ocupan por ahora un lugar en el roster de Cardenales, incluyendo a Lamont Gaillard (Georgia) y Josh Miles (Morgan State) que fueron reclutados en las rondas 6 y 7 respectivamente del pasado draft.
Independientemente del tipo o tipos de ofensiva que Cardenales tengan planeado establecer para la temporada 2019, es evidente que el Ă©xito ofensivo de un equipo siempre estarĂĄ fundamentado en una lĂnea ofensiva capaz de dominar los espacios en las trincheras, abrir huecos y proteger al mariscal de campo.
Eso exige consistencia y la consistencia siempre va de la mano con un cuadro que se mantiene libre de lesiones, un fantasma del que nadie estĂĄ exento y que desafortunadamente es parte de un deporte tan agresivo como el futbol americano.













