Harlan Miller profundo de Cardenales atrapando un balón durante los trabajos de temporada baja.

Cuando Harlan Miller estuvo en la Universidad del Sureste de Luisiana, suplicó a sus entrenadores universitarios que le permitieran jugar como profundo.

La pichada: Poder estar más involucrado defensivamente, abalanzarse por intercepciones y tener una mejor perspectiva de cada jugada mientras se desarrollaba. La petición del esquinero estelar siempre encontró resistencia.

"Nunca me permitieron," dijo Miller, antes de que una solapada sonrisa apareciera en su rostro. Ahora puedo llamarles y

bromear al respecto con ellos."

Cardenales también visualizaron a Miller como esquinero cuando lo reclutaron en la sexta ronda del draft la temporada pasada, sin embargo, en momentos de desesperados se requieren medidas desesperadas. Después de varios meses en la escuadra de entrenamiento, Miller fue ascendido al plantel activo el 19 de Diciembre para ayudar a una vapuleada secundaria.

En la semana 16 contra Seahawks, Tony Jefferson se lesionó en el primer periodo. Cardenales precisaban de un profundo y tenían pocas opciones, así que la primera incursión de Miller en la NFL fue en una posición ajena.

"Me vi obligado a jugar," dijo Miller. "Bueno, no diría 'obligado,' sin embargo, yo era el siguiente en la lista."

La recomendación del entrenador Bruce Arians para Miller ese día fue permanecer en lo profundo y no fallar tackleadas. Miller fue elogiado por la forma en la que manejó la situación de emergencia, y luego encontró más éxito en el partido final de la temporada regular contra Rams, registrando cuatro tackleadas y una intercepción.

El destello de potencial fue suficiente para que el cuerpo de entrenadores decidiera cambiar a Miller a la posición de profundo esta temporada baja, donde buscará un lugar en el plantel durante el campamento de entrenamiento.

Mientras que el grupo en esa posición cuenta con los veteranos Tyrann Mathieu, Antoine Bethea y Tyvon Branch, así como también con Budda Baker seleccionado en la segunda ronda del draft, Miller ha llamado la atención de Arians, quien señaló que lo estaba haciendo "extremadamente bien" durante los trabajos de temporada baja.

Miller se refirió a la transición como tranquila, y tuvo la sensación de que éste sería su camino cuando finalizó la temporada.

"Después del partido contra Rams, creo que me quedó claro que estaría jugando profundo durante mi carrera en la NFL," expresó.

El golpe más importante contra Miller de cara al draft fue su velocidad, una debilidad que se oculta más fácilmente siendo profundo. La otra cara de la moneda, se trata de un seguro tackleador y tiene buenos instintos, razón por la cual el movimiento parecía natural.

Un obstáculo es el aspecto mental, ya que los profundos están mucho más involucrados en alinear a la defensiva. Bethea dijo que Miller ha hecho buen trabajo superando complejidades de la posición hasta ahora.

"Ha estado haciendo un gran trabajo al momento de comunicarse," dijo Bethea. "Obviamente lo ves diferente en la posición de profundo que en la posición de esquinero. Por lo que he podido ver, ha estado haciendo una buena transición. Conseguir más repeticiones también lo hará mejorar."

Cardenales fueron eliminados matemáticamente de la disputa de la postemporada al final de la campaña pasada, así que los dos últimos partidos no significaron nada con miras a ese destino. Aunque para Miller, fueron una relevante coyuntura.

"Me dio mucha confianza demostrar que puedo jugar en la NFL," explicó. "Estuve en la escuadra de entrenamiento durante mucho tiempo sabiendo que podía jugar. Tuve la oportunidad y conseguí que se dieran las cosas."

Miller espera más oportunidades en el 2017.

"Solo tengo que venir todos los días y trabajar intensamente," dijo Miller. "Todo lo demás se dará por sí mismo."