El safety Matt Ware jugĂł con diabetes Tipo 1 la temporada pasada.
Al levantar a su pequeña hija de su asiento para auto un dĂa, Matt Ware â registrado en 6 pies 3 pulgadas y 215 libras â apenas pudo sostenerla, sintiĂł como si la niña pesara 1,000 libras.
"Esto," pensĂł para sĂ mismo, "no estĂĄ bien."
No estaba bien. Ni tampoco la pĂ©rdida de 15 libras durante poco menos de dos semanas al inicio del 2009, o sus constantes viajes al sanitario, o su abrumadora fatiga que fue demasiado lejos obligĂĄndolo a tomar muchas siestas. El safety se encontraba ya lidiando con la rehabilitaciĂłn de su rodilla, habĂa tenido cirugĂa artroscopia para limpiar su rodilla derecha inmediatamente despuĂ©s del SĂșper TazĂłn.
Luego de una prueba de sangre, Ware â a la edad de 26 años â descubriĂł que tenĂa diabetes Tipo 1.
"De hecho no sabĂa a ciencia cierta lo que significaba eso," dijo Ware.
La diabetes Tipo 1 â histĂłricamente conocida como diabetes juvenil por que es cuando generalmente la gente desarrolla la enfermedad â significa que el cuerpo se auto-ataca y destruye las cĂ©lulas que fabrican la insulina necesaria. Los altos niveles de azĂșcar en la sangre pueden causar fatiga y dañar los Ăłrganos. Los niveles bajos de azĂșcar en la sangre pueden causar convulsiones, daño cerebral o incluso la muerte.
Ware no es el primer jugador de la NFL el batallar contra este padecimiento. Incluso Ă©l no es el jugador mĂĄs publicitado en ser diagnosticado luego de llegar a la liga. El mariscal de campo de Chicago Jay Cutler estaba muy bien en su carrera cuando se enterĂł en el 2008 que padecĂa de diabetes mientras jugaba para Denver, despuĂ©s de perder 33 libras y haberse puesto visiblemente dĂ©bil. Â
Ware fue afortunado de encontrarse en temporada baja cuando perdiĂł peso de golpe. Al inicio, el asumiĂł que tenĂa que ver con su rehabilitaciĂłn y con la imposibilidad de ejercitarse normalmente. Pero sentirse cansado, y la necesidad de utilizar el sanitario constantemente se convirtieron en algo mĂĄs que solo una incomodidad.
Eran signos. Ware recuerda sentirse sĂșbitamente cansado despuĂ©s de jugar contra los Halcones (Atlanta) en los playoffs despuĂ©s de la temporada 2008 y en otras ocasiones durante el trayecto al SĂșper TazĂłn. En ese entonces, Ă©l se lo atribuĂa a la adrenalina de la postemporada y a la llegada de su primer hijo. Â
El preparador fĂsico en jefe Tom Reed dijo que Ware es un individuo que siempre ha experimentado problemas con los calambres, pero usualmente estos iban disminuyendo mientras la temporada avanzaba. En ese tiempo, dijo Reed que Ware luchaba contra los calambres "prĂĄcticamente cada juego." Un segundo anĂĄlisis en la sangre de Ware en la pretemporada no mostrĂł nada fuera de lo ordinario. Reed le preguntĂł a Ware acerca de posibles suplementos que podrĂan estarle causando problemas, pero esos fueron descartados. Â
La historia completa no saliĂł a la luz sino hasta marzo, cuando vino la perdida de peso y Ware notĂł que la falta de levantar pesas no era la razĂłn. Â
"Finalmente repetimos sus exĂĄmenes de sangre y nos aseguramos, durante el curso de una temporada que (los niveles de azĂșcar) habĂan aumentado considerablemente," dijo Reed.
No hubo pĂĄnico, no hubo preocupaciĂłn por su carrera en la NFL.
"Se trata de sentirse confiado," dijo Ware. "Esto no es algo asĂ como, 'ÂżPorque me sucede esto a mi?' EstarĂĄ ahĂ de cualquier manera asĂ que no hay razĂłn para ponerle mala cara a ese asunto. Uno va a realizar el trabajo que le corresponde y a ser quien uno es." Â
Ware regresĂł al campo en el 2009 con menos problemas. Durante el campamento de entrenamiento y los juegos de pretemporada, Ware continuaba tratando de encontrar el balance correcto, en ocasiones sus niveles iban demasiado abajo durante la segunda mitad de los encuentros. Pero para cuando la temporada regular iniciĂł, la diabetes no le afectĂł en los dĂas de juego.
Ware se enfocĂł en lo que necesitarĂa para estar bien â "Tuve que regresar a la escuela porque estaban todas esas ecuaciones matemĂĄticas que tenĂa que aprender para mi insulina," dijo en son de broma â y ahora aprendiĂł como mantener la azĂșcar en su sangre "muy cerca del nivel perfecto."Â Â
Ware revisa sus niveles antes de cada juego y en el medio tiempo sĂłlo para estar seguro. DescubriĂł una mezcla de Gatorade y agua que le permite mantenerse debidamente hidratado, y a la fecha, solo "esporĂĄdicamente" tiene que inyectarse insulina, dijo Reed. Ware vigila su propio cuidado, a tal grado que se autonombra "como una persona normal."
Sin embargo, eso no le ayudĂł con las lesiones habituales del futbol. Ware se rasgĂł su ligamento colateral intermedio y se torciĂł el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha durante un viaje en Diciembre a San Francisco que terminĂł temprano con su temporada 2009, enfrentĂĄndolo a otro proceso de rehabilitaciĂłn la temporada baja anterior. Â
Por que Ware se ocupĂł no solo de la diabetes sino que tambiĂ©n de la rehabilitaciĂłn de su rodilla, sus compañeros de equipo lo nombraron el Cardenal ganador del reconocimiento Ed Block 2010 â y fue incluso cuando muchos de sus compañeros se enteraron por primera vez que Ware tenĂa diabetes. Â
"Solo deseo seguir haciendo lo que estoy haciendo," dijo Ware. "Esa ha sido siempre mi meta. Ahora que (el asunto) se hizo pĂșblico, mi misiĂłn mĂĄs importante es ayudar a niños que pudieran tener este padecimiento. Y mostrarles lo que es posible.
"No soy la primera persona que tiene diabetes y no serĂ© el Ășltimo en tenerla. Quiero mostrar que puedo tomar control de eso y mantenerme al nivel mĂĄs elevado."












