Tempe, AZ. Este domingo, los Arizona Cardinals entrarán al terreno de juego del State Farm Stadium para enfrentar a los Tennessee Titans en la Semana 5 de la NFL.
Son de esos partidos "engañosos", conocidos en el deporte como trap games: enfrentamientos que a primera vista parecen accesibles para un equipo más fuerte y favorito, pero que pueden convertirse en una trampa si el exceso de confianza, la falta de concentración o las distracciones entran en juego.
Con marca de 2-2, los dirigidos por Jonathan Gannon saben que este juego en casa puede marcar el rumbo de la primera mitad de la temporada.
Enfrente tendrán a un equipo urgido, ya que Tennessee aún no conoce la victoria en este 2025 y buscará desesperadamente romper esa racha negativa.
La ofensiva de Arizona llega con un desafío importante tras la baja de Trey Benson, quien sufrió una lesión de rodilla que lo mantendrá fuera al menos un mes. El peso del juego terrestre caerá en un comité de corredores formado por Emari Demercado, Michael Carter y Zonovan "Bam" Knight, cuya labor será vital para mantener el equilibrio y evitar que toda la responsabilidad caiga sobre los hombros de Kyler Murray.
Murray acumula hasta ahora 742 yardas aéreas, con 6 pases de anotación y 3 intercepciones, aunque también ha sido capturado en 13 ocasiones, una cifra que refleja la necesidad de mayor solidez en la línea ofensiva. Esa área será puesta a prueba frente a Jeffery Simmons, el tackle defensivo estrella de los Titans, que llega en gran momento y amenaza con convertirse en un dolor de cabeza constante si logra penetrar en la bolsa de protección.
En el ataque aéreo, las miradas se centran en Marvin Harrison Jr., quien suma 16 recepciones para 208 yardas y 2 touchdowns en lo que va de la campaña. El joven receptor reconoció esta semana que jamás había experimentado en su carrera situaciones similares a las que vive actualmente en la NFL, pero dejó claro que todo forma parte del juego y que la clave es seguir adelante con concentración. Esa mentalidad ha reforzado la confianza dentro del vestidor, donde compañeros y entrenadores siguen viendo en él al "chico maravilla" que puede cambiar el rumbo de un partido en cualquier momento.
Junto a Harrison, Michael Wilson y el ala cerrada Trey McBride siguen aportando opciones seguras, mientras que la movilidad de Murray se convierte en un recurso adicional para mantener viva cada serie ofensiva.
Del lado de Tennessee, Cam Ward continúa en búsqueda de su primer triunfo como profesional. Al igual que Murray, llegó a la liga como primera selección global del Draft, lo que convierte este enfrentamiento en un duelo atractivo entre dos quarterbacks con la etiqueta de líderes de franquicia.
Calais Campbell será clave para contener al QB novato de Titans que llega como el mariscal más capturado de la NFL (17 sacks). Cabe señalar que el DL Darius Robinson no verá acción el domingo por una lesión en el pecho.
Además del duelo deportivo, el ambiente tendrá un ingrediente especial: los Cardinals saltarán al campo con sus uniformes alternativos de color negro, una de las indumentarias más llamativas y queridas por la afición. Esa combinación entre el espectáculo en las gradas y la imagen imponente en el terreno de juego hará que el escenario en el desierto luzca aún más emocionante.

Con el respaldo de su afición en el nido cardenal, los Cardinals saben que este es el momento para demostrar carácter. Neutralizar a Simmons, proteger a Murray y mantener la confianza en Harrison serán las claves para inclinar la balanza. El desierto se prepara para un duelo intenso, con un Arizona que busca consolidar su paso y un Tennessee que pelea por sobrevivir.
La invitación es clara: llenar el estadio de energía, alentar cada jugada y ser parte de la diferencia. Porque cuando el corazón cardenal late fuerte en casa, los Cardinals son un equipo que nadie quiere enfrentar.
¿Qué tan optimista te sientes?