Krishawn Hogan receptor de Cardenales realiza una atrapada durante las actividades organizadas esta temporada baja.

La historia es real, y no es como si Krishawn Hogan se cansara de contarla, aunque como es costumbre, los detalles significan algo.

Hogan, ahora receptor novato no reclutado en el draft de Cardenales, alguna vez incluso trabajó como conserje en el Centro de Convenciones de Indianápolis – el mismo lugar que ayuda a albergar el Scouting Combine de la NFL. Sí, es una impresionante la historia, ya que Hogan, como estrella de la cercana Universidad Marian (que pertenece a la NAIA – Asociación Nacional de Atletismo Intercolegial – por sus siglas en inglés), se las ingenió para participar en el Combine el pasado mes de Marzo.

Aunque no es como si Hogan hubiera sido conserje durante un Combine previo, o incluso que hubiera estado allí por largo tiempo. Trabajó en ese lugar cerca de un mes hace unos años, el tiempo suficiente para ayudarse a pagar un automóvil con 15 años de antigüedad, el tiempo suficiente para darse cuenta que – incluso siendo trasnochador – no podía adaptarse al horario nocturno.

Todo fue parte del viaje que llevó a Hogan, contra toda probabilidad, a Tempe.

"Muchas cosas tuvieron que suceder para que yo creciera," explicó Hogan.

Un vistazo superficial del trayecto de Hogan rumbo a Cardenales da una pauta. Sólo unos cuantos jugadores producto de la Universidad Marian han llegado a un campo de la NFL, y ninguno ha permanecido como parte de un plantel. Hogan, con 6 pies 3 pulgadas y constituido como un receptor prototipo, parece tener una mejor oportunidad que otros.

Sumó 80 recepciones para 1,435 yardas y 15 touchdowns en su último año, con otros 10 touchdowns por acarreo. En su penúltimo año, sus números fueron aún más sorprendente (101-1,824-16 con 15 touchdowns por acarreo.) La manera cómo eso se trasladará al nivel NFL es el misterio, especialmente en una posición donde Cardenales tienen a cuatro seguros (Larry Fitzgerald, John Brown, J.J. Nelson y el novato Chad Williams) y una larga lista de candidatos más adelantados en la tabla de respaldos como el caso de Jaron Brown.

"Es de una escuela pequeña aunque dominó en la competencia," señaló el entrenador Bruce Arians. "La de receptores es una unidad difícil de penetrar, sin embargo, tiene mucho talento."

Sin embargo, Hogan ha enfrentado dificultades anteriormente.

En la escuela secundaria le tomó cuatro años para jugar constantemente, pasando de mariscal a receptor al mismo tiempo que alcanzaba estatura, dejándolo descoordinado y en términos generales con pocas estadísticas. Sin embargo, encontró un lugar para jugar en la Universidad de Walsh en Ohio, donde siendo estudiante de primer año superó sus estadísticas de la escuela secundaria, aunque sin duda estaba todavía "inmaduro," batallando para aceptar el entrenamiento.

Forzado a trasladarse, Hogan se encontró de regreso en casa, justo en las afueras de Indianápolis, viviendo un arduo-horario. De 5-9 p.m.

trabajaba en Monkey Joe's – lugar lleno de estructuras inflables para la diversión de los niños. De medianoche a 8 de la mañana trabajaba en el Centro de Convenciones. Tomaba clases en un colegio comunitario de 9 a.m. a 12 mediodía, y se echaba una siesta cuando podía.

No sólo necesitaba un automóvil, sino que además debía pagar las cuotas pendientes en la Universidad de Walsh – alrededor de 2,000 dólares – antes de poder empezar oficialmente de nuevo.

Eventualmente, encontró un empleo mejor remunerado trabajando como consejero de campamento en YMCA. Todo el tiempo, estaba enviando correos electrónicos y llamando a entrenadores universitarios, básicamente "reclutándome a sí mismo." Finalmente, la Universidad Marian se lo llevó.

Cuando fue estudiante de primer año, uno de los entrenadores de Hogan le dijo que eventualmente podría jugar en la NFL. "Solía pensar que sólo me lo dijo para darme confianza, no obstante, me lo dijo tantas veces que empecé a creerlo," señaló Hogan. Al empezar de nuevo en la Universidad Marian, se trataba sólo de probarse nuevamente.

Luego consiguió las atractivas estadísticas (y ganó un campeonato nacional), fue invitado al Combine, y con ello al menos una oportunidad de conseguir un lugar en un plantel de la NFL — algo que parecía improbable en aquellas horas de la madrugada que pasó limpiando pisos en el Centro de Convenciones de Indianápolis, aunque fue breve el tiempo que pasó allí.

"Esperaba ser reclutado en el draft, con todo el orgullo que implica la cuestión de ser reclutado," dijo Hogan. "Hay mucho en eso. Aunque después de todo, estoy aquí."