Al menos por ahora, la NFL ha resuelto — finalmente — lo que ocurrirá con los equipos que posiblemente se mudarán a Los Ángeles. Era mucho lo que se decía y la especulación, especialmente durante casi todo el último año, aunque finalmente, lo que sucedió parecía el escenario más probable desde el principio. Carneros dejan la ciudad de San Luis y regresan a Los Ángeles de donde una vez partieron (en 1994, cuando Aeneas Williams desvió el pase, foto de abajo, a Flipper Anderson) para mudarse a San Luis.
Carneros se trasladaron, por supuesto, después que Cardenales dejaron San Luis para marcharse a Arizona. Sin embargo no es esa la razón por la que ahora esto le importa a Cardenales. Este movimiento importa porque ahora significa que los Cardenales tendrán un viaje diferente cada año dentro de la NFC Oeste. En lugar de un vuelo a San Luis, será un salto rápido a Los Ángeles para un partido de división cada temporada (si es un juego nocturno como visitantes contra Carneros, no habrá más regresos a casa en altas horas de la madrugada. Ahí está ese detalle.)
La otra razón importante es porque ahora pueden terminar las especulaciones sobre si algún equipo tendría que cambiar de conferencia (y si ese equipo serían Cardenales, algo que muy pocos consideraron posible de cualquier manera.) Se habló de que si dos equipos de la AFC Oeste se mudarían a Los Ángeles (Cargadores y Raiders), entonces uno tendría que cambiarse a la NFC Oeste y un equipo de la NFC Oeste tendría que ir a la AFC. Ahora, eso ya no tiene relevancia.
Cargadores y Raiders están en el limbo. Cargadores tienen un año (y tal vez dos, si nos fijamos en los detalles) para decidir si quieren dejar San Diego para mudarse a Los Ángeles. Raiders tienen que figurar algunas cosas. Y Carneros tendrán un estadio estilo El-Mundo-De-Jerry en unos años, mismo que Cardenales estarán visitando cada otoño.
También se espera que esto aumente la valía en la NFC Oeste. No es que los propietarios de Carneros no tenía dinero para gastar antes, sin embargo con un estadio/complejo que probablemente costará cerca de $2 mil millones, cuando todo esté dicho y hecho, Carneros empujarán con fuerza para ganar en una división en la que ya es difícil sobresalir de todos modos.
