Es inevitable, realmente, el avance físico que un jugador consigue en el tiempo después de su temporada de novato y su segunda temporada en la NFL. No siempre sucede de manera agresiva, pero los jóvenes suelen entender lo que se necesita para preparar su cuerpo para los rigores de la NFL después de participar en una temporada. Para un joven de una escuela pequeña, es más evidente. Recordemos que eso fue lo que sucedió con Greg Toler, y ahora que ha estado de regreso por unos cuantos días, puede decirse lo mismo del defensor profundo de segundo año Justin Bethel.

Bethel se presentó a los trabajos voluntarios luciendo bastante potente. Dijo al inicio de la semana que quería estar más corpulento si iba a tener que jugar como safety. Entonces Bethel descubrió en las reuniones iniciales con los entrenadores que ellos quieren trabajarlo como  esquinero. Bethel pesó 201 libras el jueves y dijo que está en un lugar mucho mejor en lo que se refiere al cuidado de su cuerpo.

"Tuve que aprender," dijo Bethel. "No me alimentaba nada bien. Comía aquí, iba a casa, veía televisión, volvía al día siguiente. Si no estuvieran sirviendo comida (en las instalaciones) no hubiera comido. Eso me trajo conflictos en lo que a peso se refiere."

Bethel quería reforzar un poco para ser agresivo como safety, pero dijo que no siente que eso afectará su velocidad, misma que lo ha convertido en un torbellino en equipos especiales. Primero quiere ver cómo se siente en el campo antes de tratar de determinar su peso correcto para jugar — "Si pierdo, pierdo," dijo — pero quiere mantener su velocidad. Bethel (quien aparece en la gráfica de abajo entre Andre Roberts y Patrick Peterson) ni siquiera se acredita   a si mismo por su cuerpo superior de mayor tamaño, comentando que era hereditario, y reconoció que hay que trabajar para mantener el peso.

"Es fácil para mí bajar de peso," dijo Bethel. "Me voy a dormir y pierdo como tres libras."