El ala cerrada Todd Heap se estira para un touchdown en la victoria con la que los Cardenales cerraron la temporada.
El objetivo en la recta final, con el tĂtulo de la divisiĂłn ya no siendo una opciĂłn y la postemporada algo muy remoto, era alcanzar la marca de los .500, y ganar algo de impulso. Â
DespuĂ©s que los Cardenales cerraron la temporada con una victoria en tiempo extra â y una marca de 8-8 â el entrenador en jefe Ken Whisenhunt dijo "eso prepara la mesa para nosotros."
"Estamos 1-0 en el 2012," dijo Whisenhunt.
Con esta aseveraciĂłn, por supuesto, los Cardenales no tienen ya una victoria extra para la prĂłxima temporada, se sentĂa la buena vibra. El safety veterano Hamza Abdullah que estaba terminando de limpiar su casillero la mañana del miĂ©rcoles, sintiĂł esa buena vibra.
Desde la fusiĂłn de la liga en 1970, solo ocho equipos antes que los Cardenales empezaron la temporada con seis derrotas en sus primeros siete juegos antes de regresar para conseguir al menos una marca de .500 (ningĂșn equipo que ha iniciado 0-7 ha llegado a los .500). Un arranque tan malo como ese usualmente condena al equipo mientras la pelea es interna. MĂĄs aficionados hablaban sobre la carrera para elegir a Andrew Luck selecciĂłn global No. 1 del draft mĂĄs que de la urgencia de salir del hoyo. Â
Sin embargo, una vez que lograron cerrar con fuerza, los Cardenales no pueden estar seguros de como esto se va a traducir. Cada equipo es diferente â escuchamos ese comentario cada año, de entrenadores y jugadores. Whisenhunt señalĂł que la Ășltima vez que los Cardenales finalizaron con marca de 8-8, la siguiente marca fue de 9-7 y un viaje al SĂșper TazĂłn, este no serĂa un absoluto sino solo una coincidencia.   Â
(Aunque es divertido notar que los Cardenales también pueden completar un interesante ciclo con una marca de 9-7 el próximo año. En el 2006 los Cardenales finalizaron con 5-11, seguido por 8-8 en '07 y 9-7 en '08. Consiguieron 5-11 en '10, 8-8 ahora en '11, ¿dejando qué para el 2012?)
La historia tampoco provee necesariamente una guĂa, no obstante este es un buen lugar para echar un vistazo a esos otros ocho equipos que resurgieron del mismo bache con finales edificantes â y lo que consiguieron la siguiente temporada:Â Â
-- Los BengalĂes de 1970 incluso llegaron a la postemporada, fueron de 1-6 a 8-6, aunque perdieron su juego de postemporada. En 1971, Cincinnati no pudo encontrar una mejor manera de iniciar, empezaron con 1-7 esta vez en ruta a una marca de 4-10.
-- Los Jets de 1974 de hecho iniciaron 1-7 antes de recuperarse para finalizar 7-7. La temporada siguiente, tuvieron un inicio de 2-1 â luego se desinflaron las llantas y Nueva York terminĂł con marca de 3-11. Â
-- Los Pieles Rojas de 1981 â con Russ Grimm actual asistente del entrenador en jefe de los Cardenales en la lĂnea ofensiva â va a ser el equipo a evocar por cualquier equipo con un poderoso cierre. Fueron de 1-6, a un 8-8, y despuĂ©s en 1982 (a pesar de un calendario asolado por la huelga) Washington arrasĂł con una marca en temporada regular de 8-1 y ganĂł los cuatro juegos de postemporada para asegurar un SĂșper TazĂłn.
-- Los BengalĂes de 1984 lucharon pero no sirviĂł de mucho en 1985 mientras incorporaban al joven mariscal de campo Boomer Esiason en la mezcla, y terminaron 7-9 en 1985.  Â
-- Los Empacadores de 1984 no lograron tampoco dar paso adelante. Volvieron a terminar 8-8 en 1985.  Â
-- Los BengalĂes de 1996 (asĂ es, Cincinnati aparece tres veces en esta lista de grandes Ă©xitos) empezaron 1-6 dirigidos por Mike Shula y cerraron 7-2 bajo la direcciĂłn de Bruce Coslet que reemplazĂł a Shula. Sin embargo, no aprendieron su lecciĂłn, iniciaron 1997 con 1-7 antes de recuperarse para alcanzar un 7-9.
-- Los Jets de 1999, con Todd Haley como entrenador de receptores, regresaron a la marca de .500 pero eso no fue suficiente para mantener a Bill Parcells como entrenador. Al Groh llegĂł en el 2000 â junto con el nuevo asistente Ken Whisenhunt, quien compartĂa la oficina con Haley â y los Jets iniciaron 6-1 en su camino a una marca final de 9-7. Â
-- Los Titanes del 2009 no habrĂan alcanzado la marca de los .500 si los Cardenales no les hubieran permitido una trayectoria de 99 yardas. La siguiente temporada, los Titanes no pudieron encontrar su paso nuevamente mientras su mariscal de campo Vince Young parecĂa haber perdido su magia, terminaron 6-10. Â
Ahora los Cardenales del 2011 tendrĂĄn su propia oportunidad para un segundo intento.












