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El Impredecible Entrenador

Ya sea que se trate de cabello o de filosofía defensiva, Horton se mantiene “extravagante”

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El nuevo coordinador defensivo de los Cardenales Ray Horton diagramando.




Ray Horton, el entonces entrenador de la secundaria de los Steelers, se encontrĂł en un evento de la liga con un hombre que pronto serĂ­a su jefe.

Horton no sabĂ­a eso al momento que fue presentado con el presidente de los Cardenales Michael Bidwill, pero Ă©l notĂł que Bidwill lo observĂł de pies a cabeza y le llamĂł la atenciĂłn el trenzado cabello largo de Horton – no es precisamente el aspecto que se espera de un entrenador asistente de la NFL con 50 años de edad. Horton recuerda que pensĂł, "No le gustĂł eso."

MĂĄs adelante a menos de una semana, Horton acordĂł ser el coordinador defensivo de los Cardenales. Luciendo con estilo en su traje, se reuniĂł de nuevo con Bidwill. "Estoy listo para cortar mi cabello," comentĂł Horton. Bidwill respondiĂł, "No te lo cortes. Me gusta cĂłmo se te ve."

No todo es acerca del cabello de Horton. Pero de muchas maneras es un símbolo de lo que es él, a menudo busca la curva cuando la gente espera que vaya por la recta y trata de aprovecharse de lo predecible de sus oponentes mientras intenta no ser él mismo de esa manera.

Se describe como "Un extravagante hombre, extraño." Posiblemente eso le pueda ayudar como coordinador. Lo que sí le ayudarå son décadas de preparación para este momento. Porque independientemente de lo que Horton representa, en el fondo siempre ha sido un entrenador.       

"Él sabe que no todo lo que uno escribe en el pizarrón podría resultar en el terreno de juego,"  dijo el asistente de la secundaria Deshea Townsend, quien jugó para Horton por seis temporadas. "Pero una vez que ingresas al terreno de juego, mentalmente uno estará preparado."  

Horton ha sido entrenador durante 17 años, pero su trayectoria podrĂ­a ser mĂĄs amplia. DespuĂ©s de su fama durante la escuela secundaria en el ĂĄrea de Seattle, Horton fue uno de los primeros jugadores de secundaria  – sonrĂ­e y dice que cree haber sido el primero – en graduarse mĂĄs rĂĄpido e inscribirse en la universidad para la primavera y tomar la delantera en el aprendizaje del siguiente nivel.   

Para la temporada de primavera, sin embargo, Horton fue el Ășnico jugador que no sabĂ­a lo quĂ© estaba pasando. Todos los demĂĄs habĂ­an jugado recientemente una temporada completa. Un dĂ­a, despuĂ©s de perderse en un ejercicio durante una prĂĄctica, un entrenador asistente  le gritĂł para que abandonarĂĄ el campo. Horton respondiĂł: "ÂżSĂ­ no practico y aprendo, como voy a mejorar?"     

Ese era el punto, dijo Horton, cuando se dio cuenta que Ă©l necesitaba saber lo que el resto de compañeros hacĂ­an en todo momento – de cierta manera, esa es la definiciĂłn de entrenador. En 10 años como defensor profundo, Ă©l era el jugador al que se dirigĂ­an los entrenadores, al que los demĂĄs jugadores le hacĂ­an caso. "Fue uno de esos jugadores en los que se reconoce casi de inmediato que se van a convertir en un gran entrenador," dijo el coordinador defensivo de los Acereros Dick LeBeau, quien entrenĂł a Horton en Cincinnati.       

"Hay ciertos individuos en el campo tipos que se inclinan por eso, o confĂ­an y creen en eso," dijo Horton. "Y hay algunos jugadores que no lo hacen."

"Me acoplé con esos individuos para que me identificaran y confiaran en mi y que de alguna manera supieran de que estaba yo hablando."

El cumplido más grande que Horton dijo ha recibido hasta ahora proviene de Norv Turner, quien era el coordinador ofensivo de los Vaqueros durante los días como jugador de Horton en Dallas. En tanto la carrera de Horton como profesional llegaba a su fin, Turner –quien figuraba para conseguir una posición como entrenador en jefe muy pronto – le pidió a Horton que fuera parte de su personal, cuando ese momento se presentara.

Horton se quedĂł perplejo. HablĂł con muchos entrenadores en Dallas, pero eran entrenadores defensivos, dada la posiciĂłn de Horton. Él no interactuĂł con Turner lo suficiente para producir una invitaciĂłn para trabajar con Ă©l. Turner le dijo a Horton que lo querĂ­a en su equipo por que todos los entrenadores de la defensiva de Dallas hablaban muy bien de Ă©l – y la buena disposiciĂłn de Turner se mantiene en Horton hasta la fecha.

Un año después dejó de jugar futbol, la segunda carrera de Horton se inició como entrenador.

"Por la manera como entiende el juego y la manera como puede hablar no solo de la secundaria sino que tambiĂ©n de los linebackers y la lĂ­nea defensiva y la manera como entiende las ofensivas, SabĂ­a que serĂ­a solo cuestiĂłn de tiempo para que se convirtiera en coordinador," dijo Townsend. "Él te permitirĂĄ hacer tu trabajo, pero siempre va a esperar que lo hagas bien. No va a malgastar tu tiempo."

Horton siempre ha sido agresivo, caracterĂ­stico en un entrenador desarrollado bajo LeBeau. Horton ha dejado en claro varias veces que planea continuar con la filosofĂ­a de LeBeau en Arizona, y no habrĂĄ una mentalidad de esperar-para-reaccionar.

Horton juega con el tema de que las personas son "caricatura de håbitos" lo que muchas veces significa que él no necesita esperar para reaccionar de cualquier manera. Jugadores, él los conoce. Los entrenadores ven horas de video para conocer sus tendencias. Sin embargo, es el coordinador ofensivo del otro equipo, contra el que Horton juega la partida de ajedrez. "Sí lo va a mandarla en momento de crisis es un balón a profundidad, él probablemente la va a  ordenar," dijo Horton. "De vez en cuando, va a lanzar una curva, pero si uno ve lo suficiente, uno sabrå que curva es."

En el mundo de Horton, Ă©l no quiere ser predecible. El se moverĂĄ para trabajar varias rutas. SĂ­ estĂĄ jugando golf, posiblemente utilice un palo nĂșmero 6 en un cierto golpe y luego, sĂ­ un golpe similar se presenta de nuevo, el usarĂĄ el palo numero 8, solo para ver la diferencia.

AdemĂĄs tiene su cabellera, que comenzĂł a dejarse crecer en Pittsburgh y –mientras nadie decĂ­a nada – simplemente fue creciendo, en parte incitado por sus jugadores. "La mayorĂ­a de los entrenadores no tiene una cabellera frondosa," señalĂł Townsend. "AsĂ­ es como yo lo veo. Este es el momento de SansĂłn."

Los Cardenales esperan que Horton no se encuentre con una Dalila pronto. En dĂ­as pasados, Horton comentĂł que le habĂ­an preguntado que sĂ­ debĂ­a presentarse a una entrevista para la posiciĂłn de entrenador en jefe que si entonces se cortarĂ­a su cabello.

Horton admitiĂł no estar seguro.

"Simplemente es parte de mi por ahora," dijo Horton. "A decir verdad es difĂ­cil el mantenimiento. Cada vez que tengo que trenzarlo, pienso, 'tengo que cortĂĄrmelo.' Sin embargo he tenido mĂĄs comentarios y elogios en Phoenix acerca de mi cabello. 'TĂș eres el entrenador de la cabellera.'

"No puedo cortĂĄrmelo ahora."

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