El mariscal Derek Anderson(der.) y el receptor Max Komar charlan durante el partido de la semana pasada.
El dĂa que Derek Anderson firmĂł con los Cardenales en marzo pasado, Ă©l mencionĂł todas las cosas correctas acerca de integrarse como respaldo y empujar a Matt Leinart durante una charla con los reporteros en una conferencia telefĂłnica. Â
Ser el titular, sin embargo, era la meta, y Anderson pensĂł que Ă©l estarĂa en ese lugar para cuando los Cardenales viajaran a San Luis para abrir la temporada regular. Â
"Estaba en mi mente," admitiĂł Anderson el lunes, su primer dĂa de entrenamiento como indiscutible inicialista. "Pero yo no iba a decirles eso a ustedes amigos."
Anderson sonriĂł mientras lo decĂa. Ăl justamente viene de un drama de mariscales de dos años en Cleveland. Ăl no necesita involucrarse en mĂĄs, sin embargo tan pronto terminĂł el campamento de entrenamiento y era exactamente donde Anderson se encontraba ahora en Arizona.
La diferencia esta vez era que la situaciĂłn con los Cardenales se centraba mucho mĂĄs en lo que Leinart podĂa o no podĂa hacer y no tanto acerca de Anderson. Anderson era mĂĄs como un argumento secundario, el individuo que sencillamente pasaba a ser el "otro" mariscal en la ecuaciĂłn.
En Cleveland, Anderson venia de una temporada Todo Estrella en el 2007 y aĂșn asĂ los CafĂ©s seleccionaron en el draft al niño de oro Brady Quinn en la primera ronda. Quinn no solamente tenĂa el estilo y el pedigrĂ de Notre Dame, sino que ademĂĄs creciĂł en Ohio. Anderson luchĂł cuesta arriba por la titularidad. Anderson no ayudĂł mucho a su causa jugando pobremente en las dos temporadas pasadas, incluyendo un difĂcil 2009 durante el cual Anderson tuvo tres pases de touchdown, 10 intercepciones y una triste calificaciĂłn de 42.1 por pase en siete juegos como inicialista.
"Yo no dirĂa que todo lo sucedido fue desagradable," dijo Anderson refiriĂ©ndose a su paso por Cleveland. "Hice muchas grandes amistades y tuvimos momentos especiales en el 2007 nuestro año de 10 ganados y 6 perdidos. Pero las cosas que pasaron despuĂ©s estaban fuera de mi control y eso fue frustrante." Â
El entrenador en jefe Ken Whisenhunt dijo que los Cardenales solamente estĂĄn calificando a Anderson en lo que ha hecho desde que llegĂł a Arizona, dejando limpio el pizarrĂłn del pasado de Anderson. Anderson ha mejorado su precisiĂłn, dijo Whisenhunt (solo tiene porcentaje de pases completos de 52.9 en su carrera), y existe la creencia de que el cuerpo de entrenadores puede mejorar el juego de Anderson tal como lo hicieron con Kurt y Leinart.  Â
Las otras partes del juego de Anderson trabajan para Whisenhunt. El entrenador notĂł el cambio en el lenguaje corporal de Anderson un poco en las dos semanas anteriores mientras Anderson veĂa la oportunidad de convertirse en el titular.
"Se trata de cómo sus compañeros le respondan y la confianza que le tengan en la reunión previa a la juagada," dijo Whisenhunt, antes de agregar, "y se define en la forma en la que él se desempeña."
Dado que ahora Anderson es claramente el elegido â con Leinart fuera y el novato Max Hall como respaldo â su actuaciĂłn estarĂĄ bajo el microscopio de todos. Â
Anderson dijo que su cuerpo de receptores en Cardenales "es un poquito mĂĄs talentoso" que cuando jugĂł en Cleveland. TambiĂ©n considerĂł su temporada del 2007 â 3,787 yardas, 29 pases para touchdown (con 19 intercepciones) y su mejor calificaciĂłn por pase en su carrera (82.5) y porcentaje de pases completos (56.5) â e insistiĂł "no fue una espejismo." Â
Los receptores estån listos tambien para Anderson. "Hay un periodo de ajuste, el mismo que se inició cuando Derek llegó aquà en la temporada baja," dijo el receptor Steve Breaston. "Asà que nos hemos ajustado a él."
De cualquier manera si Anderson puede permanecer en el puesto serĂĄ uno de los argumentos del inicio de la temporada. El novato Max Hall causĂł buena impresiĂłn (aunque Whisenhunt continua tratando de contener la exaltaciĂłn que Hall ha generado) y siempre estĂĄ latente la oportunidad de que Hall tenga una oportunidad de jugar si las cosas se tambalean con Anderson.
Por ahora, aunque, Anderson se ha convertido en el hombre que reemplazarĂĄ a Kurt Warner y el individuo en quien se ha confiado para conducir a los Cardenales en su intento por un tercer tĂtulo divisional consecutivo. Tal y como Ă©l lo pensĂł cuando fue contratado.
"Obviamente estoy contento," dijo Anderson, "con la manera en que se han resulto las cosas."












