El receptor abierto Larry Fitzgerald luchando por yardas el domingo en la derrota 30-27 en Baltimore.


BALTIMORE, Md. –Las voces eran tranquilas, pero el mensaje era prácticamente el mismo, con tintes de disgusto.

"Estoy incrédulo," dijo el receptor abierto Larry Fitzgerald, y es difícil no estarlo, después que los Cardenales vieron a los Cuervos de Baltimore recuperarse de una desventaja de tres touchdowns en el estadio M&T Bank para eventualmente dejar atónitos a los Cardenales sellando la victoria de 30-27 con un gol de campo en la jugada final del partido.

"Quedarse corto," dijo Fitzgerald, "ya está trillado definitivamente."

Que los Cardenales (1-6) iban a lograr cortar su racha perdedora contra los Cuervos (5-2) era improbable, sin embargo de  esa manera se jugó la primera mitad. Fueron los Cuervos los que sucumbieron ante sus monstruos ofensivos, no los Cardenales. Fueron los Cardenales los que tuvieron el valeroso esfuerzo de su medio-recuperado corredor Beanie Wells (83 yardas y un touchdown).

Fueron los Cardenales los que generaron las volteretas, la captura de O'Brien Schofield que sirvió de antesala para un touchdown y una intercepción del profundo Richard Marshall que se convirtió en otro más. Fueron los Cardenales los que consiguieron una gran jugada de equipos especiales, una patada de despeje que regresó por 82 yardas Patrick Peterson para touchdown.  

"Queríamos demonstrar que somos un buen equipo de futbol," dijo Wells.

Así es como se apreció la primera mitad.  

Estábamos tratando de demostrar eso al medio tiempo," dijo el mariscal de campo Kevin Kolb, quien llevaba una bota protectora en su pie derecho con motivo de una lesión de la cual dijo no estar seguro de su naturaleza.   

"Sabíamos lo que ellos iban a hacer. No creo que se perdió el enfoque. Fue solo falta de ejecución."

Hubo un perfil de lo que vendría al final de la primera mitad, con Baltimore abajo, 24-3. El mariscal de campo de los Cuervos Joe Flacco que estaba en aprietos empezó a buscar al ex Cardenal Anquan Boldin más seguido, y eventualmente eso le dio vuelta al partido.    

Los Cuervos consiguieron un gol de campo para concluir la primera mitad y luego iniciaron la segunda mitad con un avance para touchdown. Todas las jugadas al final parecía que iban para Boldin quien tuvo siete recepciones para 145 yardas y generó varias penalidades.

"Despertamos," dijo Boldin. "Simple y sencillamente."

Con dos interferencias marcadas en su propia zona de anotación y una tercera en la yarda-3 en territorio de Arizona, los Cardenales podrían haber detenido configuraciones sencillas del corredor Ray Rice quien logró una marca personal en lo que va de su carrera con tres touchdowns por acarreo. Más adelante, los Cuervos encontraron la manera de sobre pasar a los esquineros titulares A.J Jefferson, Peterson lo mismo que a Marshall.   

"Tratamos de hacer una serie de cosas (con Boldin)," dijo el entrenador en jefe Ken Whisenhunt. "Eso es lo que Anquan sabe hacer."

La defensa de los Cuervos, por su parte, paralizó completamente a los Cardenales en la segunda mitad. Los Cardenales solamente lograron 56 yardas totales en los dos periodos finales, no consiguieron realmente en ningún momento darse una oportunidad para recuperar el control del partido.   

Kolb, quien comentó que se había lesionado en la primera jugada del partido, completó solo 10- de-21 pases para 153 yardas – 66 de las cuales fueron producto de un pase a Fitzgerald al principio del compromiso – y fue capturado en seis ocasiones. En determinado momento, Whisenhunt mando a la banca al tackle derecho Brandon Keith y puso en su lugar a Jeremy Bridges debido a problemas con la protección.   

La defensa, por su parte, no consiguió frenar a los Cuervos lo suficiente. Con el marcador empatado a 27, Baltimore enfrentaba situación de segunda-y-7 en la yarda 41 en territorio de Arizona con poco más de un minuto por jugarse, Flacco – quien terminó con 336 yardas por pase – se conectó con el novato Torrey Smith para una ganancia de 36 yardas, sobre la marca de Marshall, que entró en lugar de Jefferson que había estado batallando en la cobertura.   

Esa fue definitiva en la remontada, y preparó la estocada final – el gol de campo de 25 yardas de Billy Cundiff para ponerle punto final – de la decepción.

"Este dolió un poco más," dijo Schofield. "Tuvimos el partido y lo regalamos."

El ala defensivo Calais Campbell dijo, "Necesitábamos ganar."

En cambio, es otra derrota, y sabiendo que le rival de la próxima semana, los Carneros de San Luis que hasta ahora no habían conseguido una victoria, consiguieron acrecentar el  gran malestar generado por ellos mismos, derrotando a los Santos para empatar a los Cardenales en la NFC Oeste.   

"No tenemos una mentalidad para rematar a los equipos," dijo el safety Adrian Wilson. "Yo no sé si ya estamos cerca de eso todavía."