Y cuando decimos que en la NFL no hay enemigo fácil, lo decimos literalmente, y para muestra basta un botón, los Cardenales de Arizona se vieron obligados a echar "toda la carne al asador" en la semana diez, al final lograron imponerse 31-20 en el estadio University Of Phoenix frente  a sus rivales de División, los Halcones Marino de Seattle. En el primero de la serie que se jugó en Seattle en la semana seis de la temporada, los Cardenales contuvieron el ataque de los Halcones Marinos limitándolos a solo tres puntos. Eran varias las situaciones que imperaban antes del partido que se pudieron haber interpretado como favorables para el equipo de Arizona. Los Halcones Marinos llegaron al estadio University Of Phoenix con una alineación titular que había sufrido entre el primero (Octubre 18) y el segundo juego 15 movimientos y contaba a 10 jugadores nuevos incluyendo contrataciones de último momento y el ascenso de jugadores de la escuadra de práctica. Arizona venia de una victoria contundente en el camino frente a  los Osos en Chicago, todos estos factores apuntaban a que Cardenales tendría un partido "fácil" contra Seattle que les permitiría retomar sin demasiadas complicaciones  las riendas de su destino en casa. Sin embargo la situación se complicó a tal grado que los Cardenales tuvieron que venir de atrás para rescatar la victoria. En la primera parte del partido Seattle logró ponerse arriba por dos anotaciones, la ofensiva de Arizona consiguió a duras penas producir los puntos necesarios, la defensiva que había pecado de imprudente en la primera mitad del partido –especialmente la secundaria –  consiguió aplicar los ajustes planteados en el receso de medio tiempo y durante la parte complementaria logró contener la ofensiva de Seattle, Antrel Rolle  autor de una intercepción en el cuarto periodo que cortó de tajo las belicosas intensiones de los  Halcones Marinos que amenazaban en la yarda 25 en terreno de Arizona, mas adelante el guerrero  Adrian Wilson acertaba la estocada final con otra intercepción mientras que los Halcones se encontraban a las puertas de la zona de anotación en la yarda tres de los Cardenales. Al final del día lo que más importa es haber conseguido el triunfo que mantiene a los Cardenales como líderes indiscutibles de la División Oeste con marca de 6-3 (2-1 en juegos divisionales. El próximo compromiso de los Cardenales es en San Louis frente a otro rival divisional, los Carneros,  y una vez que ha quedado claro que en la NFL no hay rival fácil, Arizona deberá salir con todo a cumplir con ese compromiso, olivándose de su invicto (4-0) en el camino.