Glendale, AZ.- Los Cardinals dejaron escapar una oportunidad valiosa y cayeron en tiempo extra ante los Jacksonville Jaguars en un encuentro que se mantuvo parejo de principio a fin. Arizona mostró momentos de control, especialmente desde la defensiva, pero la ejecución en los instantes clave volvió a marcar la diferencia. Fue un partido de intercambios constantes, de ajustes sobre la marcha y de una tensión que creció jugada tras jugada hasta desembocar en un cierre amargo para el equipo local.
Aun con la derrota, hubo algo imposible de ignorar: la defensa de Arizona jugó con una energía tremenda, interceptó a Trevor Lawrence tres veces y, además, el novato Walter Nolen III recuperó un balón y lo llevó hasta las diagonales para un touchdown defensivo que encendió al estadio por un momento. Esa actitud, esa forma de atacar cada jugada, dio la impresión de que esta unidad está empezando a encontrar una identidad real.
En ofensiva, Jacoby Brissett ofreció un desempeño sólido. Completó 33 de 49 pases, lanzó para 317 yardas y consiguió un touchdown. A pesar de la presión constante, mantuvo la calma y guio la serie que permitió empatar el encuentro cuando el reloj ya pesaba y las piernas también. Fue ese tipo de tarde complicada en la que cada yarda costaba, pero él siguió empujando.
Michael Wilson volvió a ser protagonista con 10 recepciones para 118 yardas, mostrando una conexión muy estable con Brissett y convirtiéndose de nuevo en ese jugador confiable al que voltean a ver cuando necesitan mover las cadenas. Sin exagerar, sin hacer ruido, solo produciendo y apareciendo cuando más hace falta.

Al final, los Jaguars se llevaron la victoria 27 a 24 en tiempo extra gracias a un gol de campo de 52 yardas de Cam Little. Arizona tuvo su oportunidad para responder, pero en cuarta y largo, el pase hacia Xavier Weaver no logró completarse y ahí se esfumó el último intento.
Sí duele porque estuvo al alcance, pero también se vio un equipo que compite, que roba balones, que responde ante la adversidad y que empieza a mostrar señales de crecimiento. En una temporada en la que cada semana pesa, eso es más valioso de lo que parece.
Y para cerrar con buena energía, los aficionados de Arizona también vivieron un momento histórico, pues la banda mexicana The Warning ofreció un concierto espectacular que será recordado durante mucho tiempo y, con su fuerza en el escenario y su energía única, la joven agrupación puso a todos de pie, demostrando que el rock mexicano sigue más vivo que nunca y dejando claro que el State Farm Stadium fue testigo de algo especial.











