El esquinero de los Cardenales Patrick Peterson se aleja mientras el receptor de los Gigantes Hakeem Nicks celebra el que resultĂł ser el touchdown de la victoria el domingo.
El esquinero novato Patrick Peterson caminĂł fuera del campo por el tĂșnel el domingo, con el casco puesto, cabizbajo y pesaroso, una reacciĂłn que sirve como perfecta muestra microscĂłpica de lo que ha sido hasta ahora la temporada de los Cardenales. Â
Los Cardenales perdieron el tercero consecutivo el domingo â esta vez 31-27 contra los Gigantes en el Estadio University Of Phoenix â partido que siguiĂł prĂĄcticamente el mismo libreto que los dos anteriores, con la imposibilidad de cerrar y de rectificar lo que habĂa salido mal. Esta vez, los Cardenales tenĂan una ventaja de 10-puntos con poco mĂĄs de cinco minutos por jugarse, solamente para ver a los Gigantes dominando a partir de ese punto.
Son tres derrotas por un total de 8 puntos, y un equipo trabajando muy duro después de lo sucedido para poder contener su decepción.
"Todo mundo nos señalarå y dirån que no somos buenos y todo lo demås," dijo el tackle defensivo Darnell Dockett. "Pero confió en este equipo. Voy con este equipo a donde sea, a cualquier lugar, en cualquier momento. Solo debemos encontrar la forma de cerrar.
"Una cosa es cuando entras a un partido sin la mĂĄs mĂnima idea y estĂĄs recibiendo una paliza desde el principio. Ese no es el caso. Debemos encontrar la menara de cerrar. Y eso es lo que haremos." Â
El mensaje fue consistente, seguir avanzando â "ÂżQue opciones tenemos?" PreguntĂł retĂłricamente el mariscal de campo Kevin Kolb â sin embargo la forma en la que el partido se desarrollĂł convirtiĂł la tarde en una muy complicada para los Cardenales (1-3) a medida que repetĂan lo que pudo haber sido. Â
Los Cardenales resguardaban una ventaja de tres puntos en el cuarto periodo pero la defensiva, que habĂa tenido otro impresionante dĂa hasta ese punto, obligĂł a los Gigantes a despejar despuĂ©s de que Kolb habĂa sido interceptado por el ex Cardenal y actual safety de los Gigantes Antrel Rolle. Â
Respondieron con una trayectoria para touchdown de 77-yardas, la ofensiva arrancĂł con una atrapada para 16-yardas de Larry Fitzgerald, quien en la siguiente jugada realizĂł un bloqueo clave para abrirle el espacio a Beanie Wells por el extremo izquierdo para una corrida de 39 yardas. Estas dos jugadas no solo pusieron a los respectivos portadores del balĂłn por encima de la 100-yardas en el partido, sino que ademĂĄs Fitzgerald saltĂł de emociĂłn mientras Wells era derribado, ya que sentĂa que algo bueno estaba por venir.    Â
"En ese momento," dijo Fitzgerald, "PensĂ© que tenĂamos un firme dominio sobre el partido."
Y eso se mantuvo tres jugadas mĂĄs adelante, cuando Wells corriĂł por dos yardas para su tercer touchdown del dĂa y una ventaja de 27-17 con 5:16 por jugarse.
El dominio se desmoronĂł rĂĄpidamente, y las cosas se pusieron muy mal muy pronto. Le tomĂł a los Gigantes (3-1) solo siete jugadas y 99 segundos para avanzar 80 yardas para un touchdown y acercarse por un gol de campo. Los Cardenales, con 3:37 por jugarse, no pudieron conseguir un primero y diez y la patada de despeje de Dave Zastudil fue de poca profundidad y viajĂł solo 40 yardas, permitiendo un regreso de 18 yardas y Nueva York tenĂa el balĂłn en la yarda 48 en territorio de Arizona. Â
El mariscal de campo de los Gigantes Ely Manning, quien sobresaliĂł con 14-de-17 para 180 yardas en el cuarto periodo, consiguiĂł de algĂșn modo escapar de una arremetida y poner el balĂłn en las manos del receptor VĂctor Cruz para lo que se convirtiĂł en la jugada mĂĄs controversial del partido.
Cruz ganĂł 19 yardas, pero al final de su avance tropezĂł y cayĂł al suelo, soltando el balĂłn sin haber sido tocado. Cruz pensĂł que se habĂa dado por vencido el mismo, lo que da por terminada la juagada. Los Cardenales pensaron que era un balĂłn suelto. El entrenador en jefe Ken Whisenhunt intentĂł retar la decisiĂłn de los ĂĄrbitros â los Cardenales recuperaron el balĂłn suelto â pero despuĂ©s de conferenciar, los ĂĄrbitros le dejaron saber que no podĂa demandar una revisiĂłn.  Â
Los Cardenales dijeron las cosas correctas al final, el juego no se cifra solamente a esa marcaciĂłn, pero estaban claramente molestos â un jugador todavĂa reclamaba a los ĂĄrbitros mientras estos abandonaban el campo al final del juego.   Â
"Hubo muchas marcaciones en ese juego," dijo Whisenhunt. "No puedes fijarte solo en una." Â
Por supuesto, Whisenhunt tiene razĂłn. Los tres primeros viajes de los Cardenales a la zona roja de los Gigantes durante la primera mitad resultaron en dos goles de campo y un balĂłn que perdido Kevin Kolb, puntos perdidos que habrĂan podido cambiar la dinĂĄmica del partido.
"(Cruz) definitivamente perdiĂł el balĂłn," dijo Peterson. "Sin embargo yo no dirĂa que eso nos coloca en un pozo. TodavĂa tenemos que jugar futbol."
El ex dirigente de los ĂĄrbitros de la NFL Mike Pereira, ahora analista de la cadena de televisiĂłn Fox, dijo vĂa Twitter que pensaba que era un balĂłn suelto. Cruz expuso que Ă©l pensĂł que habĂa sido tocado por un defensor. Manning señalĂł que sentĂa que los Gigantes "tuvimos un regalo en esa, yo pienso."
En la siguiente jugada, Manning se conectĂł con Hakeem Nicks sobre la marca de Peterson para lo que serĂa el pase de 29 yardas para touchdown con el que tomarĂan la impresionante delantera. Â
"Es esa pequeña cosa llamada Ămpetu," dijo el ala defensivo Calais Campbell, añadiendo que el no-balĂłn suelto "hizo daño."
"EstĂĄs un poco distraĂdo por que sientes como si fuera balĂłn nuestro y con el habrĂamos ganado el partido. TodavĂa estĂĄbamos de alguna manera atrapados en la emociĂłn, y ellos se alinearon y lanzaron un pase profundo."
Sin embargo, por tercer partido consecutivo, los Cardenales tuvieron el balĂłn en los minutos finales con la oportunidad de ganar. En Washington terminĂł con un balĂłn suelto de Chansi Stuckey, en Seattle, una intercepciĂłn de Kolb, esta vez fue la simple inhabilidad de lograr un primero y diez. Kolb, intentaba lanzar un pase pantalla, y terminĂł capturado con una pĂ©rdida de 10 yardas en situaciĂłn de segunda-y-una.   Â
"Estas son lecciones muy duras," dijo Whisenhunt.












