Los Cardenales intentarĂĄn desarrollar al mariscal novato John Skelton.
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En la Ă©poca cuando Chris Miller firmara su contrato de novato con los Halcones de Atlanta (Atlanta Falcons) en 1987, la temporada seccionada por la huelga habĂa cumplido ya con nueve juegos y el equipo andaba muy mal.
AsĂ que los Halcones decidieron tomar a su nuevo mariscal âproducto de la Universidad de OregĂłn lamentablemente sin la preparaciĂłn para jugar de inmediato â y lo agregaron a la alineaciĂłn titular en unos pocos juegos al final de la campaña. Eso incluyĂł un inicio contra los 49's eventuales campeones del SĂșper TazĂłn, y su safety Todo Estrella Ronnie Lott.Â
"Previo-al saque, veĂa yo mi suerte," recordĂł Miller. De pronto todo lo que hacĂa era mirarlo (a Lott) circulando de un lado a otro. No tenĂa idea de la jugada que yo estaba efectuando o que hacĂan ellos defensivamente."Â Â Â
Fue el microcosmos del dĂa, una derrota de 35-7 durante la cual Miller fue capturado en tres ocasiones y lanzĂł cuatro intercepciones. Fue sencillamente "arrojado a los lobos" y se perdiĂł en el mundo de la NFL para el cual no lo habĂan equipado todavĂa para maniobrarlo.
Miller, ahora entrenador de mariscales de campo de los Cardenales, eventualmente aprendiĂł lo suficiente para convertirse en un Todo Estrella. Sin embargo puede que esa no haya sido la manera mĂĄs sensata para desarrollar a un joven mariscal de campo â y no es que exista alguna fĂłrmula especĂfica.
"Cada quien aprende de diferente manera," dijo Miller. "Creo que esa es una gran parte del desarrollo de los mariscales, para conocer como cada individuo funciona.Â
Los Cardenales tienen a quien desarrollar. John Skelton fue la selecciĂłn del equipo en la quinta ronda del draft. Su corpulencia â6 pies- 6 pulgadas-224 libras â y la fuerza de su brazo enuncian los calibres de la NFL. No asĂ su procedencia luego de jugar en el Colegio de Fordham. El novato no elegido en el draft Max Hall enfrenta una cuesta muy empinada para poder mantenerse, no obstante Ă©l ha impresionado al entrenador Miller por su habilidad de aprender rĂĄpido. La pregunta serĂĄ sĂ eso es suficiente para sobreponerse a las dimensiones de Hall (con 6 pies 1 pulgada de estatura, Ă©l es notablemente mĂĄs pequeño que los otros tres mariscales de campo del equipo).
En este proceso que se considera no tiene fin, incluso Matt Leinart y Derek Anderson tiene sus propias curvas de aprendizaje.
Leinart ha entrenado con el mariscal Todo Estrella de los Patriotas Tom Brady en California durante un par de temporadas bajas. Brady le dijo a Leinart que él continuaba trabajando en detalles mecånicos a pesar de lanzar båsicamente de la misma manera por 18 años, desde que Brady llegó a la escuela secundaria.
"Incluso si usted es Peyton Manning o Drew Brees, le garantizo que estån haciendo cosas durante la temporada baja para mejorar en situaciones especificas," comentó Leinart. "Siempre aparecen pequeños detalles. Eso es algo que he aprendido. Uno trabaja su trasero apagado para prepararse y luego vas al minicampamento y piensas, 'Quisiera hacer esto o aquello mejor,' o 'He estado trabajando en esto pero necesito trabajar mås en aquello.' Uno nunca es perfecto."
Interesante, Leinart âquien iniciĂł 11 juegos como novato y los primeros cinco de la siguiente temporada antes de lesionarse y que el talento de Kurt Warner lo remitiera a la banca â cree que sentarse, observar y aprender en la NFL tiene mĂĄs sentido que salir a jugar de inmediato.
La Ășnica forma en que trabaja, sin embargo, es sĂ hay un veterano en posiciĂłn de jugar mientras tanto y ayuda en el desarrollo del joven lanzador.Â
"Es duro cuando estĂĄs en un equipo que batalla," dijo Leinart. "Tienes que tener ayuda o no importarĂĄ cuan talentoso tu eres."
Miller dijo que el crecimiento mental llega a ser crucial. Algunos jugadores pueden jugar inmediatamente para un mal equipo y eventualmente hacerlo funcionar. Troy Aikman fue terrible como novato para el equipo de los Vaqueros que solo consiguiĂł una victoria ese año, no obstante se sobrepuso a esa situaciĂłn. AsĂ lo hizo tambiĂ©n Steve Young luego de ser vapuleado en Tampa Bay. Otros â como los fraternos de Miller de la Universidad de OregĂłn Joey Harrington y Akili Smith â nunca desarrollaron.
"Uno puede ser arruinado en este juego," señalĂł Miller. "ÂżPuede un individuo experimentar cierto fracaso y aĂșn asĂ levantarse y seguir aprendiendo?"
Entre una pråctica y otra en el reciente minicampamento de los Cardenales, muchos jugadores tomaban un almuerzo, jugaban cartas o reposaban. Skelton se relegó un rincón de los vestidores, para analizar su libro de jugadas y revisar sus notas.
Una cosa que Miller vio de inmediato en Skelton â y en Anderson â es que ambos se ven mejor una vez que tienen la oportunidad de desarrollar una jugada en el campo de entrenamiento que cuando la digieren simplemente en papel. Es uno de esos detalles cruciales de entender durante el desarrollo de un mariscal.
"Una cosa es cuando estĂĄs en la junta y piensas que los tienes bajo control pero es otra cosa cuando estĂĄs en el campo y debes ejecutarla, señalĂł Skelton. "La mayorĂa de las veces yo si le agarro, pero transferirla al campo esa es la parte difĂcil. "
Para Skelton, la parte mĂĄs fĂĄcil de su transiciĂłn a la NFL es de hecho jugar futbol otra vez. AhĂ es donde Ă©l se siente cĂłmodo. Reconoce que quiere jugar -- "Uno no quiere ir a un lugar como IndianĂĄpolis y ser el respaldo de Peyton Manning" â sin embargo Ă©l sabe que tiene mucho que aprender. Â
En ese aspecto, cuando Ă©l veĂa a los posibles equipos que pudieran elegirlo en el draft, "un buen cuerpo de entrenadores era mĂĄs clave."
Hay algo de preparaciĂłn por hacer. Miller estima que Skelton estĂĄ a un par de años de distancia de poder desempeñarse en el nivel que los Cardenales necesitan â que serĂa llevarlos a ser contendientes en semifinales. A pesar de que las habilidades como principiante de Skelton son encantadoras para los Cardenales, eso no le es todo.
"Puedes lanzar el balĂłn 70 yardas en esta liga pero realmente, ÂżcuĂĄntas veces haces eso?" expuso el coordinador de juego por pase Mike Miller. "Sentimos, que si encuentras un mariscal que pueda lanzar 35 o 40 yardas pero que sea eficiente, inteligente, que pueda identificar las defensas, las coberturas, que logre conducirnos a las jugadas correctas y que sea preciso, eso es lo que uno estĂĄ buscando."
Eso es lo que los Cardenales quieren desarrollar, ya sea con Leinart, Skleton, Anderson o incluso con Hall.
"Es una posiciĂłn difĂcil para ingresar y jugar," dijo el entrenador en jefe Ken Whsienhunt. "Supongo que es por eso por lo que los individuos que llegan y juegan bien logran ganar mucho."












