El mariscal de campo novato John Skelton es felicitado por el tackle nariz Gabe Watson luego que lanzó el pase de touchdown para ganar el partido el sabado por la noche.




Los Nervios no golpearon de inmediato, no al momento que el entrenador en jefe Ken Whisenhunt le dijo a John Skelton que estaba a punto de  jugar en su primer juego en la NFL.  

Pero hicieron acto de presencia unos segundos después, cuando el mariscal de campo novato estaba listo para ingresar y se vio forzado a esperar por un inevitable tiempo fuera de la Television en el cuarto periodo del juego de apertura de la pretemporada el sábado por la noche contra los Tejanos.

"Esos 45 segundos que esperé me atraparon," admitió Skelton.

No parecen haberlo incomodado por mucho tiempo.

Los Cardenales negociaron al esquinero titular Bryan McFadden durante el draft de Abril con la intención de moverse hacia adelante y asegurarse que podrían elegir a Skelton en la quinta ronda. Era una selección potencial, con Skelton pasando sus años universitarios en la pequeña escuela de Fordham con una ofensiva en expansión. Pero con 6 pies 6 pulgadas y 244 libras con un brazo de cohete, era difícil no enamorarse de sus herramientas.  

Entonces Skelton jugó contra Houston, y todos pudieron ver lo que los Cardenales vieron. Él se mueve con facilidad en la bolsa. Completó cinco de seis pases (y se puede decir que su pase incompleto pudo haber sido atrapado por su compañero novato Andre Roberts). Mostró facilidad  moviendo el balón en el campo, y lo más importante, guió a los Cardenales en dos trayectorias para touchdown en dos posesiones mientras Arizona rescataba la victoria.  

"Simplemente quería entrar," dijo Skelton, cuyas 84 yardas y su pase de touchdown al corredor Jason Wright para ganar el juego le otorgan una calificación perfecta de 158.3. "Pasamos por nuestros minicampamentos y las actividades organizadas. Hemos tenido un sinfín de reuniones, un sinfín de filmaciones. Para finalmente jugar un juego contra otro equipo es una sensación agradable."

Debió ser muy agradable tener a sus padres en las gradas. Debió haberse sentido muy bien derrotar a los Tejanos, considerando que el tío de Skelton, Javier Loya, es propietario minoritario de la franquicia y Skelton – nativo de El Paso – asistía a los juegos de Houston  desde que era pequeño.

Tambien tuvo que ser una sensación muy agradable ya que Skelton ha batallado en los entrenamientos en Flagstaff – durante una práctica la semana pasada, lanzó intercepciones una detrás de otra en jugadas consecutivas – y jugó mucho mejor su compañero mariscal de campo novato Max Hall.

"Esto facilita la transición para el resto de la pretemporada," dijo Skelton. "Sabía lo que los entrenadores querían ver de mi, equilibrio en la reunión previa a la jugada y controlar la ofensiva."

Los Cardenales hicieron las cosas más fáciles con un libro de jugadas simplificado – "Eso realmente ayudo en mis lecturas," señaló Skelton – pero hay una pequeña duda sobre el buen juego de Skelton. Él tiene buena química con algunos de los receptores novatos con los cuales ha estado trabajando todo el verano, tal es el caso de Stephen Williams y Max Komar.  

"Estoy muy emocionado acerca de algunos de nuestros jugadores jóvenes," dijo Whisenhunt. "Tendrán que hacerse algunos ajustes y ciertas correcciones con algunos de ellos porque ellos apenas están aprendiendo el sistema. (Pero) Yo pienso que alcanzamos muchos logros.

Eso incluye a Skelton. Él aún está en la disputa con Hall, aunque lo que mostró el sábado subrayó la necesidad de permitirle a Skelton que se desarrolle. No es como que Skelton no puede comprimir la curva de aprendizaje lo suficientemente rápido para convertirse en un aspirante a la posicion de inicialista en el 2010, pero el plan completo fue comenzar su preparación para la oportunidad desde abajo.

Su primer partido es un buen punto para empezar.

"Conseguir mi [primer pase completo, mi primer touchdown todo en un solo juego," comentó Skelton, "fue grandioso."

PUNTO EXTRA: La resonancia magnética a la que fue sometido el receptor Larry Fitzgerald reveló una torcedura en el ligamento colateral medio en su rodilla derecha. Después de una charla con Whisenhunt, Fitzgeral dijo que los Cardenales enfrentaran la lesión cautelosamente. Probablemente se perderá los juegos de la pretemporada, quizá los tres restantes.