El receptor novato no elegido en el draft Stanley Arukwe no había jugado futbol desde la escuela secundaria ha estas alturas el año pasado y ahora está luchando por un puesto en la alineación.
La NFL era un cuento de hadas, casi una absurda idea para Stanley Arukwe, porque ni siquiera había estado jugando futbol.
Jugó en la escuela secundaria, seguro, como defensor profundo estelar allá en California donde su segundo talento en la pista de correr lo llevó a ser reclutado por una universidad perteneciente al Pac-10. Pero los problemas con las becas se atravesaron en el camino. Arukwe terminó solo corriendo, primero en sus años de bachillerato y más adelante en la Universidad de Troy, en Alabama.
A estas alturas el año pasado, los pensamientos de Arukwe eran tratar de formar parte del equipo Olímpico del 2012 como velocista y su carrera futbolística estaba muerta.
Ahora es un receptor abierto de los Cardenales de Arizona.
"Es una bendición tener la oportunidad de volver a jugar," dijo Arukwe después de un entrenamiento esta semana.
Una bendición y tal vez material para las historias de primavera, época en la que los equipos pueden darse el lujo elegir prospectos – especialmente con la nueva alineación de 90 hombres – de entre jóvenes que han jugado brevemente el deporte. Arukwe causó una gran impresión cuando corrió (con el viento a favor) 40 yardas en 4.19 el día para profesionales en Troy hace un par de meses. Solo consiguió 12 recepciones el año pasado en sus 12 partidos de su carrera universitaria.
Sin embargo, él estaba en el radar de los Cardenales antes de eso. Un buscador de talento de los Cardenales – junto con uno de los Vikingos – hablaron con Arukwe después de un día de cuatro recepciones durante el segundo partido de la temporada frente a Arkansas. Ese se convirtió en su mejor partido, y gracias a que los entrenadores de Troy ya le comentaron que probablemente tendría una oportunidad el día de los profesionales, al darse cuenta que equipos de la NFL realmente estaban prestando atención cambiaron su perspectiva.
"Yo estaba como si, 'Guau, realmente tengo una oportunidad,' " dijo Arukwe .
De la manera como la historia de Arukwe se concretaba, parecía improbable que acabara aquí. Inicialmente iba a jugar futbol y correr la pista en la Universidad de Washington, pero una situación con su beca significaba que tendría que pagar un semestre de su propia bolsa, dinero que no tenía y una complicación que no necesitaba. Una mejor decisión era regresar a correr en la pista del Colegio en Modesto su ciudad natal.
Consiguió su título en educación física, y luego se fue como corredor a la Universidad de Troy. La educación fue lo primero. El futbol era todavía muy atractivo, pero lo miraba solo por el espejo retrovisor, hasta que los entrenadores de Troy en la necesidad de participantes lo llamaron.
Arukwe decidió darle una oportunidad. Un mes después de haber regresado al futbol – en una posición que nunca había jugado antes – se encontró cumpliendo con la función de receptor abierto y como miembro de equipos especiales contra Clemson.
"Tuve que aprender todo muy rápido," dijo Arukwe.
Fue, sorprendentemente, lo suficiente como para llegar al siguiente nivel. El entrenador de receptores de los Cardenales Frank Reich, dijo que tiene que haber un equilibrio para juzgar a un jugador como Arukwe, la habilidad de comprensión en bruto comparado con la necesidad de producir algo rápido. Arukwe es un alumno deseoso y dispuesto a aprender su posición, pero "la inexperiencia se presenta cuando hay competencia (contra de los defensores)," dijo Reich.
Sin embargo, los equipos están en busca de un atributo físico definido sobre el cual construir, dijo Reich, especialmente entre los novatos no elegidos en el draft. Su compañeros de equipo el receptor LaRon Byrd con estatura de 6-pies y 4 pulgadas con peso promedio de 220 libras, es un prospecto con ese tipo de físico. Con Arukwe, se trata de velocidad.
"Uno está dispuesto a correr el riesgo con un individuo como él, para ver qué clase de jugador es," dijo Reich.
Arukwe extraña la pista, especialmente en esta época del año. Puede correr los 100 metros en 10.2 segundos y el 200 en menos de 21 segundos, y cree que si hubiera mantenido entrenando podría haber encontrado el camino a la competencia regional para llegar al equipo nacional. Los Cardenales han transitado por este camino anteriormente, cuando trajeron a la estrella de la pista Michael Ray Garvin como novato no elegido en el draft hace un par de años, en un esfuerzo por encontrar un diamante en bruto. Garvin no funcionó.
Arukwe sabe que es una posibilidad remota, pero está bien. Ha pasado por eso anteriormente. Se graduó de Troy con título en quinesiología y justicia penal, por lo que no se arrepiente de su trayectoria universitaria. Va a trabajar en el aprendizaje de su nueva posición, tratando de mantenerse al día con un nuevo compañero de equipo como Michael Floyd, aunque su tiempo total como receptor se mide en meses y no años.
"Es un mundo completamente nuevo," dijo.