Bruce Arians recibiĂł una breve muestra de la vida de un entrenador en jefe de la NFL con los Potros la temporada pasada.
Bear Bryant le formulĂł la pregunta a Bruce Arians.
Era 1981, siete años despuĂ©s de que Arians jugĂł su Ășltimo partido en Virginia Tech bajo la direcciĂłn de Jimmy Sharpe, un discĂpulo de Bryant conocido como uno de los principales lugartenientes de los Osos.
Arians estaba siendo entrevistado para un puesto de asistente en Alabama, que hacĂa solo una temporada habĂa participado en campeonatos nacionales consecutivos y a dos temporadas de distancia del retiro de uno de sus entrenadores mĂĄs famosos. Bryant fue directo al punto.
"ÂżCuĂĄles son tus metas?" PreguntĂł Bryant.
La respuesta de Arians habĂa estado reposando en un aposento desde 1975, cuando se convirtiĂł en asistente graduado de Virginia Tech. Estaba provisto y listo para desenfundar. Y respondiĂł a los disparos.
Arians querĂa ser entrenador en jefe. Eventualmente entrenador en jefe de la NFL.
"Creo que respetĂł eso y no creo que ninguno de los dos pensĂł que sucederĂa en dos años," dijo Arians, que se convirtiĂł en entrenador en jefe de Temple en 1983, un año despuĂ©s de cumplir los 30.
Como la mayorĂa de los entrenadores en las bandas laterales de Estados Unidos, Arians utilizĂł sus puestos de trabajo como un escalĂłn hacia la siguiente posiciĂłn, siempre mĂĄs importante, siempre mĂĄs brillante.
Treinta y ocho años despuĂ©s, Arians ha subido la escalera de entrenador y estĂĄ de pie en el peldaño superior, como uno de los 32 hombres que dirigen un equipo de la NFL. EstabilizĂĄndolo se encuentra un equipo de jĂłvenes y viejos, blancos y afroamericanos, ex jugadores y entrenadores de toda la vida, hombres de la NFL y de las universidades, algunos de los cuales Arians conoce desde que era estudiante de Ășltimo año en Blacksburg, Virginia, y algunos los conociĂł el pasado otoño, cuando se mudĂł a IndianĂĄpolis.
A travĂ©s de 12 destinos como entrenador, Arians ha recopilado una extensa lista de cosas que hacer y cosas que no hacer, junto con otra lista que incluye a quienes querĂa llevar consigo en su primer trabajo como entrenador en jefe.
"Ha sido en el curso de muchos años," dijo Arians. "Siempre dije que si me convertĂa en entrenador, estos hombres â este tipo de personas â serĂan los que elegirĂa."
Esta lista se iniciĂł cuando Arians cursaba su Ășltimo año en Virginia Tech y el nuevo entrenador de la secundaria de los Cardenales Nick Rapone estaba en su primer año. En el camino, a travĂ©s de la NFL y la SEC (Conferencia del Suroeste), tenĂa conversaciones con sus amigos, por lo general hipotĂ©ticas, tĂpicas de los soñadores.
Con frecuencia empezaban de la misma manera: "Cuando sea entrenador..."
Arians y Rapone mantenĂan contacto durante todo el año, siempre hablando de la prĂłxima oportunidad posible. Los dos entendĂan que tan raras son las oportunidades para entrenador en la NFL, y Rapone sabĂa que Arians tenĂa los elementos para ese trabajo. AsĂ que cuando apareciĂł un texto de Arians invitando a Rapone a unirse al personal de los Cardenales, no dejĂł pasar la oportunidad.
Con otro entrenador, el acuerdo se cumpliĂł.
Esas conversaciones "cuando yo ..." entre Arians y Todd Bowles empezaron en el 2001 cuando entrenaban juntos en Cleveland. Si Bowles, ex capitĂĄn de Temple bajo la direcciĂłn de Arians, se convertĂa en entrenador en jefe, Â entonces "se encargarĂa de su viejo entrenador," prometiendo a Arians empleo de por vida. Si Arians conseguĂa trabajo primero, estarĂa llevando a Bowles a dondequiera que fuera.
"Siempre dijimos quien quiera que lo consiga primero, el otro vendrĂĄ a trabajar con Ă©l y dejarĂamos cualquier cosa que estuviĂ©ramos haciendo," dijo Bowles, coordinador defensivo de los Cardenales. "Ăl lo consiguiĂł primero. Y Bruce es un hombre de palabra."
Mientras la carrera de Arians proseguĂa, la lista seguĂa creciendo, algunas veces con dos o tres de respaldo en una posiciĂłn.
En ella estaban sus viejos legionarios, tipos como el coordinador de equipos especiales Amos Jones y Rapone, que entrenĂł junto con Ă©l en Temple; el entrenador de alas cerradas Rick Christophel, que entrenĂł junto con Ă©l en la Estatal de Mississippi, y un grupo de personas de los dĂas de Arians con los Acereros como Harold Goodwin y Larry Zierlein. Arians retomando nuevamente sus dĂas en Temple, contratĂł a otro ex capitĂĄn, Kevin Ross, como su entrenador de esquineros.
Luego estĂĄ un entrenador como James Bettcher, con quien Arians trabajĂł la temporada pasada antes de traerlo para Arizona
"Sé que, Robert Mathis (linebacker de los Potros) estå enojada conmigo por traérmelo," bromeó Arians.
La mayor parte de la lista se convirtiĂł en una realidad cuando el primer plantel de Arians fue dado a conocer el 5 de Febrero.
Mientras que la mitad del proceso al convertirse en entrenador en jefe por primera vez estĂĄ en reunir un cuerpo tĂ©cnico, la otra mitad estĂĄ en el desarrollo de una filosofĂa de entrenamiento. Al igual que su lista de potenciales elegidos, eso ha estado en fabricaciĂłn desde 1975.
Algunos entrenadores llenan carpetas con notas sobre lo que van a hacer cuando â si es que â eventualmente se convierten en entrenadores en jefe. Arians catalogĂł lo que le gustaba y no le gustaba primero. Todo centrado en la relaciĂłn entre el entrenador y el jugador.
"Tratar a las personas con falta de respeto, que un entrenador es mĂĄs importante que un jugador y mentir a un jugador para tratar de engañarlo haciĂ©ndole creer algo, cosas que he visto," dijo Arians. "SabĂa que esa no era la manera de hacerlo."
AsĂ, su mantra de confianza, lealtad y respeto naciĂł.
"Esas son cosas sobre las que uno construye," comentĂł.
Arians aprendió de algunos de los mejores, viendo a Sharpe y a su equipo en Virginia Tech, que incluyó a los futuros entrenadores en jefe Charley Pell y Danny Ford. Aprendió de Bryant y Emory Bellard, cuando fue entrenador en jefe de la Estatal de Mississippi. También fue influenciado por John Devlin y Bob Tyler.
"Creo que cada entrenador se vuelve mĂĄs inteligente con el pasar de los años," dijo Bowles. "Ăl siempre ha sabido lo que quiere. Es difĂcil conseguir un trabajo como entrenador en jefe donde sencillamente puedes hacerlo a tu manera. Siempre tienes que recibir algunas piezas o mantener a alguien o ajustar tu esquema a una determinada cosa.
"Creo que lo ha hecho a su manera. Me sorprende que le haya tomado tanto tiempo conseguir un trabajo como entrenador en jefe."
Mientras jugaba  â y Arians tenĂa cabello â los estilos han cambiado desde la dĂ©cada de los 70, su filosofĂa se ha mantenido constante. Ahora cuenta con la misma mentalidad tenaz de atacar la misma que tenĂa en Temple, recordĂł Rapone.
Y, como ex jugador atestiguĂł que, Arians todavĂa ve en el fĂștbol como un deporte de gente.
"Creo que ha mantenido sus valores fundamentales y creo que lo estĂĄ expandiendo," dijo Bowles. "Puede leer a los jugadores, puede leer a la gente. Sabe cĂłmo tratar a la gente y sabe lo que quiere."












