Los números no fueron geniales para el receptor Todo Estrella – 75 recepciones, menos de 1,000 yardas, cuatro touchdowns – pero por otra parte, la situación de mariscal de campo no fue la mejor tampoco.
Fue difícil para Reggie Wayne.
Espere, ¿pensó que nos estábamos refiriendo a Larry Fitzgerald? Bueno, parte de la historia se desarrolla en forma paralela seguramente. Wayne, el veterano de los Potros, tuvo estadísticas (75-960-4) en 2011, que reflejan lo que Fitzgerald consiguió en el 2012 (71-798-4). Pero cuando Bruce Arians llegó a Indianápolis como coordinador ofensivo antes de la temporada 2012, una de sus metas fue conseguir que Wayne fuera el jugador de impacto que siempre había sido. Ahora que Arians es entrenador en jefe de los Cardenales, tiene los mismos planes para Fitzgerald.
"Tratándose de un receptor, no puedes entregarle el balón en las manos, hay que lanzárselo," dijo Arians. "Pueden colocarle doble-marca, y uno no le lanzará el balón si está bajo doble-marca. Como mariscal de campo tienes que irte por la opción disponible, pero tienes que hacerle llegar el balón porque él es un tremendo talento.
"La primera vez que me reuní con Reggie, Reggie había estado en el lado izquierdo por 10 años. El primer día de primavera lo puse por derecha, y parecía como si tuviera parálisis. Le dije, 'Ahí viene. Tienes que reacondicionar tu cuerpo a este lado. Espera a que te coloque en la ranura.' Y él coopero."
Ahora, Fitzgerald está un paso adelante en ese sentido. Los Cardenales lo han estado moviendo de lugar desde hace un tiempo, buscando que pueda desmarcarse. El resurgimiento de Wayne no se benefició casualmente con la llegada de Andrew Luck como mariscal de campo, y hasta el día de hoy, no parece que un mariscal estilo-Luck terminará detrás del centro para los Cardenales esta temporada. Pero Arians entiende que el balón debe llegar a Fitzgerald más seguido de lo que llegó la temporada pasada.
