Antrel Rolle regresa un gol de campo bloqueado el que se convirtió en un regreso para anotación de 83 yardas durante la contundente victoria de los Cardenales en Jacksonville el domingo.
 
 
JACKSONVILLE, Florida. – En el sosegado bullicio  del los vestidores después del juego, con el murmullo de la prensa y los jugadores tratando de vestirse enfrentando el interminable sudor provocado por la intensa humedad, el tackle Mike Gandy lanzó el primer grito.
 
Su compañero de línea Reggie Wells mostró una pequeña sonrisa como respuesta. La manifestación de emoción de Gandy pudo haber venido de cualquiera miembro del equipo, por la felicidad con la victoria 31-17 de los Cardenales sobre los Jaguares para la primera victoria de la temporada. La última vez que se habían regocijado con un triunfo fue a finales de Enero con el campeonato de la Conferencia Nacional.
 
Ahora, parecía, que la temporada podría comenzar de verdad.
 
"El primer triunfo es grandiosos," dijo el receptor abierto Larry Fitzgerald. "Tuvimos toda la temporada baja, todo el campamento de entrenamiento, mucho tiempo para construir, para finalmente salir al camino en la costa Este eso significa demasiado."
 
Los Cardenales no habían ganado un juego que iniciara a las 10 a.m. (tiempo de Arizona) desde que se impusieron a las Panteras al inicio de la temporada del 2002. Pero al igual que la pasada temporada, cuando la ofensiva repentinamente se acopló en el segundo juego del año –coincidentemente, los Cardenales consiguieron también 31 puntos en aquella victoria frente a Miami—el mariscal de campo Kurt Warner dirigió una obra maestra durante el juego No. 2.
 
Con los mejores tres receptores del equipo jugando juntos por primera vez desde el primero de pretemporada, Warner estableció un record completando 92.3 por ciento de sus pases, conectándose en 24 de 26 lanzamientos para 243 yardas y dos touchdowns. El record anterior era de Vinny Testaverde jugando con Cleveland (91.3), quien completó 21 de 23 contra los Carneros en 1993.
 
Los Cardenales (1-1) estaban arriba 24-3 al medio tiempo y nunca volvieron atrás.
 
"Esto es algo que necesitábamos," dijo Warner, "algo que habíamos esperado por algún tiempo."
 
Tan bien como se veía la ofensiva, el juego se torno a los equipos especiales. Los Cardenales tenían una ventaja de 10-3 en los primeros minutos del segundo periodo y obligaron un despeje, durante la que el safety Antrel Rolle –quien fungía como encargado de regresar las patadas en lugar del golpeado Steve Breaston –no pudo decidir entre atrapar o no la patada de despeje y la dejó caer.
 
Rolle enmarañó la situación  gritando a sus compañeros que se hicieran a un lado y el balón golpeó al esquinero Greg Toler, permitiéndole a los Jaguares recobrarla.
 
La defensiva consiguió detener a Jacksonville (0-2) a un tres y fuera –los Jaguares estaban disgustados por que el esquinero Bryant McFadden no fue penalizado por interferir en el pase al receptor Torry Holt en el tercer periodo – y después Calais Campbell de 6 pies 8 pulgadas tapó el intento de gol de campo. El balón cayó en las manos de Rolle, quien se escabulló 83 yardas por todo el campo para llegar a la zona de anotación.
 
"Ese fue definitivamente un cambio de ánimo," dijo Rolle, quien comentó había sido bloqueado ilegalmente por la parte posterior (clipped) en la segunda jugada del partido y estuvo batallando con una rodilla inflamada el resto del juego."
 
Los Cardenales se beneficiaron de algunas jugadas como esa. El ala cerrada Anthony Becht rescató en dos ocasiones al corredor novato Beanie Wells, quien soltó el balón dos veces. La primera vez Becht saltó sobre el balón suelto de Wells dentro de la yarda 5 de Jacksonville, salvando a los Cardenales de una primera anotación. La segunda vez Becht se las ingenio para derribar al esquinero de los Jaguares Rashean Mathis para evitar un regreso de 45 yardas al final de la primera mitad.
 
Esas fueron las jugadas contra los Cardenales en el primer partido de la temporada. Las penalidades disminuyeron, y llegaron en un mal momento para los Jaguares esa tarde. Y la ausencia de la afición, dejaba ver miles de butacas vacías, situaciones que iban contra el equipo de casa mientras los Cardenales tomaban cuenta de ellos.

Para los Cardenales, fue agradable aun siendo un largo viaje de regreso a casa, sabiendo que los aficionados a nivel nacional los esperan la próxima semana en la función estelar del domingo por la noche "Sunday Night Football" contra los Potros.

 "Es un equipo que esta justamente por debajo de la superficie, de ejecutar jugadas y convertirse en buen equipo de futbol," le dijo el entrenador Ken Whisenhunt a sus jugadores. "Todavía tenemos trabajo por hacer, pero hicimos algunas jugadas en esa dirección el día de hoy, y eso es emocionante."