D.J Swearinger profundo de Cardenales celebra el punto adicional fallado por el pateador de Seahawks Steven Hauschka en la recta final de la victoria 34-31 en Seattle.

SEATTLE – Fue la noche antes de navidad, y todo sucedió en el estadio Century Link, nadie abandono el inmueble – no, hasta que Cardenales silenciaron a todo mundo.

Con una línea ofensiva mermada, una secundaria con tantas bajas que el novato esquinero Harlam Miller tuvo que jugar de profundo por primera vez, y el pateador Chandler Catanzaro enfrentando sus propias pesadillas ante Seahawks, Cardenales se auto-confirieron el mejor regalo de navidad de todos – una victoria 34-31 sobre Seahawks.

Seahawks (9-5-1) son aún los campeones de la NFC Oeste. Cardenales (6-8-1) tienen todavía un partido por jugar antes que la temporada termine. Con todo y eso, la victoria se sintió igual a la que Cardenales tuvieron en el 2015 en la región noroeste del pacifico.

"A sido un año difícil," dijo el tackle derecho Earl Watford. "Pero es cuestión de no rendirse. Tenemos cualquier excusa para no rendirnos, pero de eso se trata.

"El mariscal de campo Carson Palmer, en un juego apretado, con un minuto por jugarse y con el balón en su propia yarda 25, dirigió a Cardenales en el terreno de juego. El corredor David Johnson atrapó pases de 13 y 29 yardas, luego Larry Fitzgerald tuvo la última recepción de 8 yardas para dejarle la mesa servida a Catanzaro.

Catanzaro, quien había fallado el infame gol de campo corto en tiempo adicional con el que hubieran derrotado a Seahawks en el empate 6-6 en el estadio University of Phoenix, calvó un gol de campo de 43 yardas para concluir el partido.

"Como siempre digo, es solo el punto al final de la oración," dijo Catanzaro, elogiando a Palmer y a la ofensiva.

¿Solo el punto final?

"Podríamos llamarlo el signo de admiración," dijo Catanzaro con una sonrisa.

Palmer, quien completó 16 de 28 pases para 284 yardas incluyendo un bombazo de 80 yardas al receptor J.J. Nelson, está ahora 3-0 en Seattle como Mariscal de campo titular de Cardenales.

"Fue sencillamente una de esas semanas en la que sentíamos que íbamos a ganar," dijo Palmer. "Tener marca de 3-0 en este estadio, lo acepto con orgullo ha sido muy difícil de conseguir. Esa fue la motivación toda la semana, por lo menos para mí."

Cardenales precisaban de su mariscal de campo. Precisaban de Johnson, quien pasó las 100 yardas desde la línea de golpeo (95 corriendo, 41 recibiendo)  por 15º partido consecutivo y con esas 3 anotaciones impuso una marca de la franquicia con 20 en la temporada.

Sin embargo, el entrenador Bruce Arians mencionó de inmediato a aquellos quienes jugaron bien a pesar de su inexperiencia y el nerviosismo, como Miller – quien jugó todo el partido después de que Tony Jefferson se torció el

ligamento colateral medio en la primera jugada del partido – el esquinero novato Brandon Williams, quien mostró algunas deficiencia de novato pero se mantuvo firme. El esquinero Justin Bethel, quien recientemente había sido criticado por Arians por su juego defensivo, interrumpiendo varios pases.

Lo mismo con la línea ofensiva, que ya tenía suficientes suplentes y luego perdieron a otro suplente de un suplente el guardia derecho Taylor Boggs por una lesión en el hombro. Ingresó el centro novato Evan Boehm, quien jugo como guardia el resto del día.

"Es un tributo a Steve Keim (gerente general del equipo) y al plantel que ha creado," dijo Arians.

Ninguno de los novatos estuvo perfecto – "Fue un bautizo de fuego," dijo Boehm – pero si, hicieron lo necesario, el mariscal de campo Russell Wilson tuvo 350 yardas por aire y cuatro touchdowns, y Doug Baldwin tuvo los números más altos de su carrera en atrapadas (13) y en yardas (175). No obstante, Cardenales hicieron el trabajo a la defensiva especialmente en la primera mitad, cuando los siete del frente defensivo le propinaron a Wilson 5 de las 6 capturas del día.

"Sabíamos que en la parte delantera de la defensiva debíamos hacer más," dijo el tackle defensivo Calais Campbell.

Equipos especiales estuvieron excelentes, además de la patada ganadora de Catanzaro – la cual se consiguió con el reloj en marcha, la ejecución fue hecha a la perfección. El liniero defensivo Rodney Gunter bloqueó un gol de campo y el apoyador Alex Okafor desvió un despeje convirtiéndolo en un despeje de solo 8 yardas.

Cardenales además mantuvieron a Seahawks fuera de la zona de anotación en los momentos finales de la primera mitad en situaciones de primera y gol, permitiendo solo tres puntos en total. Eso hizo una gran diferencia al final.

"Son grandes rivales," dijo Johnson. "Siempre es una batalla aguerrida."

Cardenales solo tienen un partido por jugar, un juego en el día de año nuevo en Los Ángeles en contra de Rams. Ese es otro equipo con el que Cardenales tiene cuentas pendientes después de una derrota temprano en la temporada.

Necesitaran de sus respaldos en el plantel para hacerlo funcionar una vez más.

"Todos," dijo Arians, "Pusieron su granito de arena."