El mariscal de campo Carson Palmer (3) corre hacia la badna junto al apoyador Sam Acho después de la victoria de Cardenales sobre Washington.

Carson Palmer nunca había sido tan ovacionado como lo fue el domingo, no durante las presentaciones previo al partido.

Pero mientras que el veterano mariscal de campo salía del túnel inflable minutos antes de que los Cardenales se enfrentaran a Washington la semana pasada, el estruendo fue notable.  Haber estado fuera de la alineación por tres juegos y más de un mes en tiempo real, lo convirtió en la sorpresa al arranque del encuentro. Tal vez ese fue uno de los motivos de dicha emoción. Palmer mencionó que realmente no pudo  escuchar los gritos debido a la mezcla de ruidos dentro del campo.

Quizá de esa manera la afición de los Cardenales simplemente expresó cuán importante es Palmer para esta franquicia.

Los Cardenales habían estado a la deriva los años siguientes al retiro de Kurt Warner después de la temporada del 2009. Buscaron la manera para hacerse de los servicios de Palmer en Abril del año pasado – por medio de un atraco a los Raiders de Oakland, oponente de Cardenales el domingo –  ese fue un gran paso hacia la reciente nueva estabilidad.

"Apenas vamos empezando," dijo Palmer. "Apenas estoy empezando aquí."

Incluso a la edad de 34, la Carrera de Palmer muestra que tiene mucho que brindar.  En su segundo año bajo la ofensiva de Bruce Arians en sus dos aperturas Palmer ha logrado completar 64 por ciento de sus pases con 4 anotaciones y no intercepciones.

Palmer está técnicamente bajo contrato hasta el 2015, pero el lenguaje del acuerdo establece que esa temporada del 2015 puede anularse si Palmer sigue estando en la alineación de los Cardenales de cinco días después del Super Bowl de este año. Eso significa que los Cardenales tendrán un poco más de un mes para extender su contrato, si no sucede antes de eso.

Los Cardenales querrán a Palmer de regreso, aunque podría ponerse algo nublado debido a los problemas en los nervios del hombro de Palmer. Entonces será cuestión de acordar un nuevo contrato, asumiendo que ambas partes podrán estar de acuerdo en cuanto al dinero, continuar con una asociación tendría sentido para ambas partes.

No hubo alguna aparente lesión anteriormente en el hombro, cuando Palmer hizo sus 17 aperturas consecutivas desde su llegada a Arizona, eso cristaliza el que ahora esté de regreso. Los Cardenales han tenido éxito, a pesar de las recientes lesiones de los baluartes defensivos Calais Campbell y Matt Shaughnessy, pero el regreso de Palmer le ha brindado confianza y calma al equipo.

"Nosotros lo elegimos capitán por una razón." Dijo el centro Lyle Sendlein, un propio ex capitán ofensivo. "Es claramente un líder en el pelotón y definitivamente en su juego."

De hecho, Arians dijo que, Palmer recibió más de 50 votos para ser capitán ofensivo, un éxito arrollador dentro del vestidor. Cuando los Cardenales presentaron la oferta por Palmer el año pasado, Arians tenía entendido que Palmer era un pasador, ya que lo había observado por algunos años cuando Palmer jugaba para los Bengalíes y Arians era entrenador con los Acereros.

"Esa parte ya la sabia," dijo Arians. "La parte del gimnasio, la parte del liderazgo, no la conoces hasta que estás alrededor de esos individuos."

Incluso cuando Palmer estaba fuera por la lesión en su hombro, Arians dijo, que se aseguraba de estar en las reuniones y en la banda durante los partidos, aconsejando a Drew Stanton, ayudando a Larry Fitzgerald.

Después de un turbulento final a su larga permanencia en Cincinnati, y una montaña rusa en Oakland, Palmer fue efusivo en cuanto a la estabilidad que ha obtenido con Cardenales.

"Es algo de lo que no he sido parte desde hace mucho tiempo," dijo Palmer

Palmer se niega a criticar a los Raiders y de cómo fue su estancia en Oakland, señalando que el tiempo que paso ahí fue "especial" y que fue víctima de un mal momento. Lidiando con la miseria del tope salarial, Los Raiders querían que aceptara un segundo recorte de salario en 2 años después de la temporada del 2012,  entonces Palmer estaba listo para cambiar de aires.

"Fue una época rara," dijo Palmer. "No hay otra palabra, fue muy raro. Un año donde todos fueron recortados eso fue minimizando todo sobre los veteranos por la manera en la que todos esos contratos fueron calculados y recalculados, fuera quien fuera. Nuevo entrenador, nuevo gerente general, fue un tiempo muy raro. El dueño (Al Davis) había fallecido, la cara de la organización. Fue un momento extraño y lamentable, egoístamente, fue desafortunado."

Palmer dice no sentir nada especial por el juego del domingo, no cuando la nómina de Oakland ha cambiado casi por completo desde la última vez que jugó con los Raiders. Jugar de nuevo con los Cardenales es la parte especial de la ecuación para ambos tanto para él como para el equipo, porque él hace ese tipo de impacto.

Después del cambio a los Cardenales (por solo una selección de sexta ronda cuando todo estaba dicho y hecho), Palmer mencionó muchas veces que iba a trabajar para que él y sus nuevos compañeros se acoplaran a la ofensiva de Arians. Esto condujo a algunas actuaciones pobres en los primeros juegos de esta unión. Pero en los últimos 11 inicios de Palmer, Los Cardenales están 9-2, y Palmer ha completado 65 por ciento de sus pases para 3,087 yardas, con 20 anotaciones y solamente nueve intercepciones (cuatro vinieron en un juego ganado en Seattle) y con 97.3 de índice de efectividad.

Esas brillantes estadísticas la utilizó Palmer para ahuyentar a los fantasmas de otros titulares como Max Hall, Derek Anderson, John Skelton y Kevin Kolb. Es por lo cual los gritos se hicieron escuchar en el estadio University of Phoenix cuando Palmer estuvo de regreso.

"Perdimos  algunos juegos el año pasado que debieron haber sido nuestros, eso fue lo que nos dejó fuera de la postemporada; este año hemos ganado esos juegos, entonces esta fue una gran lección," dijo Palmer.

"Esto solamente es la punta del iceberg. Creo que estoy listo y esperanzado en definir mi momento aquí y nuestro momento como equipo."