Carson Palmer mariscal de Cardenales: "Es una de esas cosas a las que tienes que sobreponerte. Y así lo haré."

Hace un año, fue un obstáculo físico el que Carson Palmer enfrentó para poder regresar al terreno de juego.

Ahora, se trata de un obstáculo mental mucho más nebuloso, que el mariscal de Cardenales pudiera – o tal vez no – tener frente a él.

Palmer insiste en que no tiene preguntas acerca de cómo se va a recuperar del desastroso partido por el campeonato de la NFC después de lanzar cuatro intercepciones y soltar el balón dos veces, aunque también reconoció que otros si lo harán.

"Es una de esas cosas a las que hay que sobreponerse," dijo Palmer un día después de concluida la temporada. "Y así lo haré."

Hay un gran número de razones para creer que así será. Palmer fue, después de todo, un candidato a JMV. Lanzó para marca de la franquicia en yardas (4,671) y touchdowns (35) con sólo 11 intercepciones durante la temporada regular. No, Palmer no fue

particularmente agudo en la victoria de postemporada sobre Empacadores, pero aun así lanzó para 349 yardas y tres touchdowns en ese partido. Las yardas contra Green Bay se acrecentaron un poco, debido a las 75 de Larry Fitzgerald en el tiempo adicional, aunque, una vez más, el fantástico movimiento giratorio de Palmer para escapar de la captura y lanzar campo cruzado para conectarse con Fitzgerald fue probablemente la parte más impresionante de la jugada.

Hubo comparaciones populares – dados los equipos participantes y el escenario – equiparando la noche de Palmer con aquella del mariscal de Panteras Jake Delhomme contra Cardenales en la postemporada del 2008, el partido en el que Delhomme "escogió un mal día para tener un mal día," según las palabras del entonces entrenador John Fox.

Delhomme nunca se recuperó, batalló la siguiente temporada. Sin embargo, Delhomme sólo tenía 15 pases de touchdown y 12 intercepciones en 2008. No es como si hubiera jugado a un nivel JMV antes de la postemporada. Ni siquiera cerca de como Palmer lo hizo en 2015.

Y luego estaba el asunto del dedo.

Palmer insistió varias veces que su dedo índice derecho, dislocado originalmente contra Águilas, no fue problema. El entrenador Bruce Arians dijo lo mismo después del Campeonato de la NFC. Pudimos ver lo suficiente –  incluyendo el resto del partido en Filadelfia, cuando Palmer se lesionó y el primer partido contra Green Bay –  para creerle a ambos. Es comprensible creer que sería un chivo expiatorio popular una vez que el partido contra Carolina se fue a la deriva. Su dedo probablemente no fue el 100 por ciento del problema.

Arians dijo en retrospectiva, que tal vez Palmer no debió haber jugado el irrelevante último partido de la temporada regular contra Seattle. Sin embargo, dado que Cardenales estaban encaminados a la postemporada como sembrado No. 2, con una real oportunidad de contender por el Súper Bowl, es difícil creer que la lesión estuviera causando mucha preocupación.

Al final, fue un mal final para una gran temporada. Eso aplica para todo el equipo y no sólo para Palmer. Sumergirse en un agujero de 17-0 contra uno de los mejores equipos defensivos de la liga no ayuda a un mariscal.

Así que Palmer dijo que aprenderá. Lo que sea que Palmer haga de ahora en adelante, no será por falta de esfuerzo. No tiene pendiente el trabajo físico que tuvo que realizar la temporada baja anterior, sin embargo la determinación que mostró Palmer el año pasado para regresar de la lesión en la rodilla es exactamente lo que Cardenales están esperando ver esta temporada baja.

Muchos jugadores hablan de utilizar las derrotas como combustible. Palmer ha demostrado que hace más que sólo hablar de ello. Admitió que tan difícil fue sobrellevar el partido por el título de la NFC – "Estar parado en las laterales y ser testigo de la sensación que el otro equipo experimentaba, eso estará pegado a mi probablemente el resto de mi vida," dijo después – sin embargo no será más doloroso que lo que Cam Newton vivirá después del Súper Bowl 50.

La única diferencia es la línea del tiempo. Es posible que Newton nunca más tenga oportunidad de jugar en un Súper Bowl, sin embargo sabe que tiene muchos años más para intentarlo. Una de las cosas que empujaron a Palmer la pasada temporada baja a regresar de su lesión de rodilla fue el hecho de que comprende que sus oportunidades son limitadas.

"Si eres lo suficientemente afortunado para jugar tanto tiempo como yo he jugado, no se sabe hasta que llegas al final que tan pequeña es esa ventana, que tan pocas oportunidades tendrás," dijo Palmer en Junio pasado. "Así que pensé que estaba totalmente adentrado, 100 por ciento enfocado y comprometido y no se compara a donde estoy ahora. No fue por falta de intentos, es sólo que no me había dado cuenta. No estaba lo suficientemente maduro para darme cuenta en aquel entonces. (El final) no estaba tan cercano a la realidad como lo está ahora."

Consciente de eso, Palmer se dirige a otra temporada baja con un posible obstáculo por superar. Superó el primero. Es lo suficientemente inteligente como para hacerlo nuevamente.