Los aficionados de la NFL han sido testigos de otra épica batalla de los Cardenales de Arizona, los Cardenales siendo protagonistas empezaran a digerir su primera victoria en el camino, 20-18 sobre los Patriotas de Nueva Inglaterra, poco a poco a lo largo de la semana.  Arizona presentó un partido al estilo clásico de los Cardenales de Whisenhunt. Final que obliga a sentarse en el filo de la butaca.

El partido pudo haberse definido a través de un proceso ofensivo, Arizona tenía el balón con un minuto diez segundo por jugarse y con ventaja de 3 en el marcador, la ofensiva estaba buscando consumir esos 70 segundos y en situación de tercera y 13 un balón suelto de Rayan Williams en la yarda 30 de Arizona le dio la vuelta al partido.

Tom Brady y su ofensiva tomaron control del balón, se trataba sencillamente de quemar la mayor cantidad de tiempo en el reloj de juego entonces mandar al pateador Stephen Gostkowski para asegurar el triunfo.

Pero la presión ejercida por el escuadrón de especialistas de Arizona  que dirige Kevin Spencer, sumada a una no muy buena colocación del balón de parte de Zoltan Meskol encargado de detenerlo, hicieron que el intento de 42 yardas no fuera efectivo.

Eso de alguna manera minimiza la carga que habría de pesar sobre el corredor Ryan Williams si los Patriotas no hubieran errado su gol de campo. Williams incluso dejó escapar su llanto durante el capitulo final del partido, la frustración que experimentaba necesitaba un canal de escape.

Los Cardenales Arizona (2-0) se preparan con el ímpetu al mil por ciento para continuar avanzando aprovechando además el  factor de que los dos siguientes partidos  en el calendario son en casa.

El próximo domingo reciben a las Águilas de Filadelfia (2-0) y en la Semana 4 a los Delfines de Miami (1-1).