El tackle defensivo Robert Nkemdiche (izquierda), y los apoyadores Markus Golden (centro) y Chandler Jones podrían ayudar a la defensiva para otra sólida clasificación en 2017.

Los pesimistas tienen su argumento.

Cardenales terminaron 7-8-1 esta temporada, se perdieron la postemporada y ahora deben encontrar una manera de firmar nuevamente o reemplazar a 22 agentes libres. El mariscal de campo Carson Palmer es uno de los estelares bajo contrato, no obstante, tiene 37 años de edad. Larry Fitzgerald, quien encabezó la NFL en recepciones en 2016, está contemplando el retiro.

Se puede argumentar que la mejor oportunidad de Cardenales de ganar un Súper Bowl vino y se fue durante la derrota 49-15 contra Panthers en el partido por el campeonato de la NFC la temporada pasada.

Aunque la idea de que los mejores días están por venir no puede ser descartada.

"Creo que el núcleo está aquí," dijo el entrenador Bruce Arians. "No hay duda, eran grandes las expectativas para este año con el plantel que teníamos. Esas expectativas nunca cambiarán. Estableceremos nuestro objetivo de ganar el campeonato el próximo año como siempre lo hacemos."

Hay algunos factores clave que apuntan hacia una posible recuperación en 2017.

A pesar de terminar con marca perdedora, Cardenales fueron séptimos en la NFL en diferencial de puntuación con un más 56, por delante de los participantes en postemporada Dolphins, Texans, Raiders, Giants, Packers y Lions. Con base en sus puntos anotados (418) y puntos permitidos (362), la expectativa pitagórica de Cardenales era ganar 9.4 juegos, lo que sugiere que fue desafortunado terminar por debajo de los .500.

Uno de los principales factores culpables en 2016 fueron las derrotas en partidos cerrados. Cardenales terminaron 3-5-1 en partidos decididos por una anotación, después que Arians inició la temporada con una asombrosa marca de 23-5 como entrenador en jefe en esa clase de partidos.

Los resultados durante los partidos cerrados rara vez son predecibles, ya que los equipos que lo hacen bien una temporada pueden tener malos resultados en la próxima – algo que Cardenales descubrieron esta temporada – y viceversa. Algo de la fortuna del próximo año cabalgará sobre la suerte ciega, sin embargo, Arians analizará minuciosamente todo lo que se pueda hacer para maximizar el rendimiento de los partidos finales con la esperanza de atrapar de nuevo la magia de los juegos cerrados.

"Sencillamente no jugamos los suficientemente bien en cinco partidos, los últimos cinco minutos, y eso nos detuvo para jugar en el resto del torneo," comentó Arians. "Revisaremos para investigar por qué no jugamos bien en esos cinco minutos que nos costaron partidos que nos dejaron fuera de la postemporada.

"Esa será la investigación que haremos como cuerpo de entrenadores – si es que acaso les pedimos que hicieran cosas que no pueden hacer en demasía, por qué no tuvimos éxito, si habíamos tenido éxito frente a esas mismas circunstancias en los pasados dos o tres años. ¿Fue el personal? ¿Fue el esquema? Todo lo que influyó, vamos a evaluar cada situación y tratar de mejorarlo."

Cardenales terminaron esta temporada No. 2 en defensiva total y No. 9 en ofensiva total, y mientras ambas unidades tuvieron bajones en momentos críticos, existe suficiente talento en ambos lados del balón para sentirse optimista de cara al futuro.

La debilidad más evidente en 2016, y la unidad que necesita mejorar drásticamente en 2017, son equipos especiales. Cardenales fueron lacerados por una variedad de fallas durante todo el año, incluyendo saques de balón erráticos, patadas y despejes débiles, patadas bloqueadas y mala cobertura.

Es muy sencillo decir que equipos especiales por si solos le costaron a Cardenales cierto número de partidos en 2016, sin embargo, contribuyeron al empate contra Seattle y las derrotas en partidos cerrados contra Patriots, Vikings, Rams y Dolphins.

Aquí está el resquicio de esperanza: Es más fácil renovar una unidad de equipos especiales que enmendar una ofensiva o defensiva con problemas. Cardenales dieron el primer paso para iniciar el proceso firmando a Richie Leone pateador de la Liga Canadiense de Futbol, y un incremento en el rendimiento parece probable, simplemente porque es difícil imaginar una serie de errores cruciales suscitándose nuevamente.

Equipos especiales son sólo una faceta, y el gerente general Steve Keim tendrá las manos llenas esta temporada baja, determinando qué jugadores el equipo quiere traer de regreso, a cuáles dejar ir, qué agentes libres pretender y que jugadores reclutar en el draft.

Las expectativas serán silenciadas después de un año de tan bajo rendimiento, aunque la marca de ganados y perdidos no siempre es indicativo del verdadero nivel de talento en un equipo. Hubo bastante de positivo irradiando de los subyacentes resultados como para no creer que la marca perdedora del 2016 fue una anomalía, y que un regreso a postemporada en 2017 sea algo realista.