Dos veces en los últimos cinco días ha surgido la noticia de que un jugador notable programado para ser seleccionado en el draft esta semana terminó con un examen antidrogas "adulterado" durante el combinado para Exploradores de talento, lo que para la NFL significa que será tratado como un examen fallido conforme estos jugadores ingresen a la liga. El apoyador de Alabama Reuben Foster lo trajo a colación él mismo la semana pasada, y luego el lunes se dio a conocer la noticia de que había sucedido lo mismo con el profundo de Michigan Jabrill Peppers.

Ahora los equipos tienen una decisión para considerar (inicialmente se esperaba que Foster fuera una selección más alta que Peppers, aunque Foster también viene saliendo de una lesión en el hombro.) No se trata de por qué las pruebas fueron adulteradas, aunque en ambos casos la explicación es que estaban enfermos y tratando de mantenerse hidratados para los trabajos del combinado. Cada equipo de la NFL tendrá que decidir, para empezar, si creen o no el argumento. El mayor problema es que la NFL trata tal situación como una violación a la política de abuso de sustancias y enviaría a los jugadores al programa de la liga.

No es un gran problema si los jugadores realmente estaban excedidos en agua debido a que estaban enfermos. Pero estas son las cosas que los equipos deben sopesar. Nadie quiere terminar con un jugador con alto riesgo de ser eventualmente suspendido debido a sus elecciones personales. Cardenales en particular saben muy bien de qué se trata, luego de los problemas con .

Esto no es comparable con, digamos, con la situación de Joe Mixon y la decisión de colocarlo o no en la pizarra del draft del equipo. Foster y Peppers serán elegidos. Es otro factor en la situación de riesgo-recompensa del draft, y es la razón por la qué Cardenales han trabajado tanto en recopilar la mayor cantidad de información como la que tienen sobre cada jugador.