Los Cardenales realizando corrida de calentamiento al inicio de la practica el pasado lunes.
 
 
La carrera de Ken Whisenhunt como jugador de la NFL fue dividida en dos.
 
En la parte final de su época como ala cerrada, la NFL introdujo la semana de descanso a los calendarios de los equipos, una pausa para re-energizarse y sanar lesiones. Cuando Whisenhunt ingresó a la liga en 1985, no había tal cosa y el futbol se trataba de aventarse de un tirón el calendario completo. 
 
Los Cardenales de Whisenhunt pueden haber tenido una semana de descanso anticipada este año y jugaran 13 semanas consecutivas, pero el impacto real puede no ser la gran cosa.
 
"Sabes que tienes 13 consecutivos que afrontar," dijo Whisenhunt el lunes, luego de que su equipo regresó al campo de entrenamiento después de la semana de descanso. "Pero fueron muchos años en esta liga en los que eran 16 al hilo sin descanso. Pienso  que solo debemos enfocarnos en enfrentar uno por uno y no preocuparnos por eso."
 
La semana de descanso fue introducida a la NFL en 1990. Solo un jugador de los actuales Cardenales puede recordar la temporada sin descanso, y eso es solo por que el safety Adrian Wilson era novato en el equipo del 2001  que recibió la semana de descanso en la temida fecha uno (y luego no vio acción la segunda semana debido al las tragedias del 9/11, antes de jugar 16 partidos consecutivos).
 
La semana de descanso se ha convertido en norma de la NFL, incluso sí se quiere exagerada.
 
"Se lo que algunos piensan cuando notan el descanso muy al principio del calendario, desearían que no fuera así," dijo el fullback Dan Kreider. "Pero en ese punto, consigues contener tu respiración y evaluar las cosas antes de hilar dos derrotas consecutivas. Todos podemos decidir, ¿'Oye, como queremos que nos vaya en esta temporada?'
 
"Tienes 13 partidos seguidos, pero piensas, "Necesitamos entrar en ritmo.' Todos dicen eso, dicen necesitamos enfrentar los partidos uno por uno. Pero si estamos en una buena racha, tu realmente no quieres detenerte."
 
Kreider comparó la situación con los equipos que se sientan cómodamente en el descanso durante la ronda de playoffs. En teoría, un descanso suena bien, pero si el equipo está jugando bien, una pausa puede ser un engaño. Pregúntale a los Titanes del año pasado. O a los Gigantes.
 
"He tenido más éxito sin el (descanso)," dijo Kreider, que jugó con los Acereros ganadores del Súper Tazón en el 2005 y quienes, como comodines, ganaron el título jugando 16 semanas consecutivas (incluyendo postemporada) antes del descanso previo al Súper Tazón.
 
La determinación de la semana de descanso solo puede funcionar en la retrospección. Dijo el linebacker Karlos Dansby que los Cardenales tendrán que ver la temporada de forma diferente con 13 partidos sin interrupción sin embargo la fatiga mental llegará así como los cuerpos sentirán los golpes.
 
"Mantenerse saludable a lo largo de este recorrido será la clave," dijo Dansby.
 
El receptor veterano Sean Morey admitió que el piensa que los Cardenales necesitaban la semana de descanso dadas las circunstancias. Pero también ve la ventaja de las 13 semanas de futbol sin interrupción al igual que Kreider, especialmente sí los Cardenales pueden encontrar ese prolongado-ritmo que hace falta.
 
"Pienso que los jugadores entran en una rutina," dijo Morey. "Nadie desea interrumpir ese flujo." 
 
PUNTOS EXTRA
 
Whisenhunt dijo que visitó una barra deportiva de la localidad el domingo de descanso para disfrutar un poco de la acción de la NFL y que recibió el apoyo de los "incondicionales" aficionados.
 
"Eso te hace sentir bien. Te preocupas al respecto por que sientes que has dejado a tus seguidores abajo por haber sufrido dos derrotas en casa y haber jugado de la manera en que lo hicimos, especialmente el último juego," dijo Whisenhunt. "Pienso que tenemos muchos juegos frente a nosotros. Si podemos salir y jugar bien esta semana podremos recorrer un largo camino que nos lleve a borrar lo sucedido."…
 
Todavía hay boletos disponibles para el juego del domingo contra los Tejanos. El equipo tiene hasta la 1:15 p.m. del jueves para venderlos todos y evitar que el partido no sea televisado a nivel local por primera vez desde que se abrió el Estadio University Of Phoenix en el 2006. Para boletos, llame al (800) 745-3000.