El corredor Ryan Williams (izquierda) habla con Tom Reed director de preparadores físicos sobre su rodilla en rehabilitación durante una sesión de ejercicios esta semana en las instalaciones de los Cardenales en Tempe.

El sol brillaba, el aire era frío y Ryan Williams trotaba por unas cuantas yardas al iniciar la tarde del martes, al mismo tiempo que atrapaba pases cortos del preparador físico asistente Chad Cook como parte de lo que parece ser su rehabilitación constante.

Es una existencia solitaria, especialmente en esta época del año. Sólo unos cuantos jugadores en rehabilitación se presentan por las instalaciones, y pocos invierten tanto tiempo ahí como Williams.

Hay una razón para eso. El ex recluta de segunda ronda del draft no ha sido la respuesta como correr, no después de haber jugado sólo cuatro partidos en sus primeras dos temporadas debido a lesiones graves. Su actitud es optimista, incluso si el pasado no lo ha sido.

"Tengo la etiqueta de mercancía dañada" admitió Williams.

"La gente puede decir lo que quiera decir, sentir lo que sienten," agregó Williams. "No quiero que nadie esté a mi lado. Sé que van a hablar, decir lo que van a decir, y eso está bien. No necesito a nadie a mi lado. Necesito a todos aquellos que dudan, necesito a todos los enemigos."

No hay amargura en esos comentarios. En lugar de eso, Williams sonríe. "Esto es lo más feliz que he estado en dos años," dijo, porque le ha ido bien, tanto física como mentalmente en su intento – una vez más – por crear su recorrido en la NFL.

Su primera temporada fue destruida después que se rompió el tendón de la rótula derecha durante la pretemporada. Su segunda temporada terminó después del quinto partido, cuando sufrió una fractura de apófisis coracoides en su hombro izquierdo en San Luis.

Se ha perdido más partidos de los que nunca pensó que se perdería, y no teme a la inevitable pregunta sobre estar preocupado por su lugar en la alineación.

"¿Y quién no estaría?" Dijo con la mayor naturalidad.

Sin embargo, Williams todavía tiene confianza que puede ser factor, y un factor para los Cardenales. No lastima que cuando el nuevo entrenador Bruce Arians fue contratado, incluso antes de hablar con Williams, Arians mencionó su nombre refiriéndose al potencial juego terrestre.

"Sé que Ryan puede correr con el balón – Soy un Hokie," dijo Arians, que al igual que Williams jugó en Virginia Tech. "Sé todo acerca de Ryan, y me encanta."

Esas palabras encontraron su camino de regreso a Williams, quien también está esperando por – y contando con – el esquema de zona de bloqueo que Arians ha utilizado en el pasado y un esquema que Williams cree es lo mejor.

Sin embargo, dijo Williams, "Tengo que demostrarle, tengo que probarle que estará feliz por haber dicho esas palabras."

La otra parte del autodescubrimiento de Williams se presentó a través de una conversación con alguien que ya no está – el ex gerente general Rod Graves. El año pasado, conociendo el aprecio de Williams por el finado Walter Payton, Graves tomó un poco de tiempo para charlar con Williams una tarde después de que los vestidores se despejaron.

Williams recuerda que Graves se acercó a su casillero – casualmente, pocos días antes de que Williams se lesionara el hombro – acercó un banquillo, se aflojó la corbata y se sentó ahí durante casi media hora para contarle a Williams historias acerca de Payton que conoció mientras trabajaba con Chicago a mediados de los 80, época en la que Graves fue explorador de talento para los Osos.

Graves le contó a Williams historias sobre Payton ejercitándose 30 minutos antes del entrenamiento, sudando intensamente antes de que sus compañeros siquiera empezaran. Le dijo a Williams sobre el liderazgo de Payton como ejemplo. Las anécdotas resonaron.

"Tengo que comprender eso para ser el jugador de futbol americano que necesito ser," dijo Williams.

Williams habló sobre donde se encuentra como jugador, de donde está regresando, y no es difícil darse cuenta de que ni siquiera menciona la lesión en su hombro. Se trata de su rodilla y el tendón de la rótula, porque eso es lo que Williams ve como obstáculo para la rehabilitación.

El hombro, dijo, estará bien. El otro día, después de que Williams realizó saltos solamente sobre su pierna derecha en un taburete bajito, comentó que no había sido capaz ni siquiera de hacer eso el pasado Septiembre a pesar de que estaba participando en los partidos. Sumó sólo 164 yardas en 58 acarreos (2.8 yardas por intento). Si Williams considera que su lesión en el hombro no fue nada, esa es una señal de que en primer lugar no estaba listo para jugar.

"Mi rodilla es el asunto," dijo Williams. "Después de leer acerca de las personas que sufren lesiones en el tendón de la rótula, usted no vuelve a saber acerca de ellos nunca más."

Por primera vez, Williams podrá participar en un mini campamento completo. Está ansioso por comenzar la temporada, a pesar de que no está haciendo ninguna predicción. Bromeó diciendo que después de todo lo que habló la temporada baja pasada durante su rehabilitación y regreso, ya nadie quiere escuchar más.

Así que llega a las 8 a.m. casi todos los días para el tratamiento y los ejercicios. Espera el mes de Abril para mostrarle a Arians y al cuerpo técnico que todavía puede jugar y ser un miembro activo del equipo. Y espera poder demostrar que incluso siendo mercancía dañada, puede ser reparado.

"La mayoría de la gente tiene una oportunidad," dijo Williams. "Esta es mi tercera oportunidad. No sé cómo mis estrellas están alineadas para conseguir tres oportunidades. Pero por fin sé quién se supone que debo ser."